Según la Real Academia Española de la Lengua desmadrarse significa “conducirse sin respeto ni medida”.
Eso es lo que ha ocurrido con la Junta de Fiscales Provinciales de Lima que, en público comunicado, ha declarado que no acatará la ley 32130 que devuelve a la Policía Nacional la responsabilidad de la investigación penal precisando que seguirá respetando el artículo 159,inciso 4to de la Constitución que a la letra señala que corresponde al Ministerio Público “desde su inicio la investigación del delito” y que “con tal propósito la Policía Nacional está obligada a cumplir los mandatos del Ministerio Público en el ámbito de sus funciones”.
Dicha Junta debe pedir al Fiscal de la Nación que inicie la acción de inconstitucionalidad respecto de esa ley si así lo juzga conveniente -lo que ha hecho- pero no puede desconocer y, en buena cuenta, zurrarse en dicha norma legal mientras esté vigente. Esta violación flagrante del estado de Derecho es gravísima y amerita una destitución que ciertamente no se producirá por los antecedentes que se conocen pero que una vez más pone en entredicho al sistema de justicia en el Perú dada la baja calidad de muchos de sus integrantes.
Un auténtico desmadre en el seno de una institución como el Ministerio Público en la que el desmadre es el pan nuestro de cada día y en la que conviven verdes -honestos- y comerciales -corruptos- como también, en forma cada vez más pública y desvergonzada, lo hacen en la Policía y en el Poder Judicial con una ineficiencia y un grado de inmoralidad que aflora todos los días y que es uno de los motivos centrales de la alarmante y creciente ola delincuencial que azota a nuestro país. Coadyuvado con la politización que ha generado vergonzosos debates públicos y enfrentamientos personales.
El Perú es también hoy, a no dudarlo, un desmadre protagonizado por una sub clase política -si así se le puede llamar- que hace de las suyas periódicamente en el Congreso para vergüenza y repudio de la inmensa mayoría de los peruanos y una Jefa del Estado que no da pie en bola y acaba de presentar un nuevo berrinche -“terrorismo” de imagen creo que lo llamó- durante el discurso que pronunció en el homenaje anual a nuestro héroe epónimo el Gran Almirante, Miguel Grau poniendo en evidencia porque tiene un magro 5 por ciento de aprobación.
En Perú Acción, a través de nuestro plan de gobierno “Mano de Hierro”, planteamos por estas razones la creación del Consejo Nacional de Moral Pública, organismo constitucional cuyos directivos, de probada integridad, serán elegidos por el pueblo y cuya primera misión será botar a los corruptos del Ministerio Público, la Policía Nacional y el Poder Judicial.
(*) Presidente de Perú Acción
Presidente del Consejo por la Paz