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OPINIÓN/ Castillo y Sands

NO ATRACO

Escribe: Elmer Barrio de Mendoza


Esto será una nota, no un artículo. Dicen que lo bueno, si breve, es doblemente bueno. Garantizo que, al menos, será breve.

Todos sabemos quién es Pedro Castillo Terrones. Supongo que muy pocos sabemos quién fue Bobby Sands, así que comencemos por repasar el motivo del símil (o más precisamente, del disímil).

Robert Gerard Sands fue un dirigente del Ejército Republicano Irlandés (IRA) que se declaró en huelga de hambre en la prisión de Maze en 1981, debido a que el gobierno del Reino Unido decidió retirar el estatus de prisioneros especiales (presos políticos) a los miembros del IRA y pasar a calificarlos de delincuentes comunes.

Equivocado o no, Bobby Sands se mantuvo en huelga de hambre durante 66 días hasta que finalmente murió. En el medio fue elegido parlamentario y se negó a acogerse a esa condición, aunque fuera simbólicamente, para salvar la vida en olor a victoria. Muchos se lo invocaron.

Margaret Thatcher decidió “respetar” la decisión de Sands y no hizo nada por dotarlo de atención mínima. Como consecuencia inmediata de la muerte de Sands, el IRA creció a corto plazo, pero luego declinó irremediablemente.

¡66 días de coraje y consecuencia! ¡66 días para entregar la vida en nombre de una causa! Ése fue Bobby Sands.

Reitero, para efecto de este texto no importa si esa causa era equivocada. Yo creo lo era, pero aquí estamos hablando de valor y de hombría (con perdón de la hembría).

Pedro Castillo se declaró en huelga de hambre el lunes 10 de marzo de 2025 y la abandonó el jueves 14 (del mismo mes y del mismo año por si acaso). Cuatro o cinco días de resistencia. Cero valor y cero hombría. Pareciera que más de un año de comer lomo fino, cordero y faisán acabó con cualquier atisbo de consecuencia, si alguna vez la tuvo. ¡Tírate, tírate! Y se tiró. Era otro tiempo. ¡Deja de comer una semana! Y no pudo.

Fue senderista, fue pájaro frutero, fue golpista y fue (es) cobarde. Que lo admire quien crea que lo merece. Sospecho que cada vez hay menos que así lo creen.

Podría hacer otras comparaciones, incluso en el Perú, de huelgas de hambre que duraron mucho más que el ayuno light de Castillo. Pero no vale la pena.

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