Solo durante el año pasado, los casos de fraude digital reportados implicaron una pérdida total ascendente a los US$ 10,000 millones, en agravio de numerosas empresas que resultaron seriamente afectadas por esta práctica delincuencial, establece un reporte de la red global KPMG.
El término “fraude digital” hace referencia a una serie de delitos cibernéticos que se lleva a cabo por Internet o por correo electrónico, entre lo que destacan el robo de identidad, suplantación de identidad y otras actividades de piratería informática diseñadas para estafar a las personas.
El reporte de KPGM reveló que los casos de fraude digital reportados en todo el mundo el año pasado, representaron un incremento del 14% con relación al 2022.
Al respecto, los especialistas en informática sostienen que los ciberataques se han convertido en una de las vías más lucrativas para los delincuentes en los últimos años debido en parte al cambio en las costumbres de compra inducidos por la pandemia.
El peligro es mucho mayor si se tiene en cuenta que cada vez aumenta el numero de mafias que se dedican todos los días, al desarrollo de nuevos métodos para estafar a las empresas y personas naturales apoderándose de su información más importante.
“El ENISA Threat Landscape (ETL) ha identificado como denominador común entre las principales tendencias observadas en los actores de dichas amenazas y sus técnicas de ataque, el ransomware, el malware, la ingeniería social, amenazas contra la confidencialidad de datos, amenazas contra la disponibilidad de los servicios y de las comunicaciones electrónicas, manipulación de la información y ataques a la cadena de suministro”, se precisa en una nota informativa publicada por Cepyme News.
Pero se advierte que existe otro tipo de amenazas como el uso no autorizado de recursos o abuso de sistemas, infracciones a la Ley de Propiedad Intelectual, el fraude interno y el fraude a clientes.
Se añade que, si bien estos no suelen verse reflejados en las clasificaciones tradicionales, son actos delictivos que tienen un enorme impacto negativo para el negocio.
LOS CANALES
Así, la plataforma especializada en ciberseguridad Armatum ha identificado los canales más utilizados para cometer fraude digital en todo el mundo. Estos son:
-Las redes sociales de citas. Se advierte que estas utilizan como medio para contactar con la víctima, y que pueden tener diversos desenlaces en su perjuicio, entre otros la estafa, el robo de dinero o de información y la intermediación en otras operaciones delictivas.
“Las redes de mensajería instantánea como Whatsapp, que se utilizan para distribuir los enlaces fraudulentos o la información bancaria para el pago del supuesto servicio, de forma paralela a la plataforma donde se anuncian dichos servicios”.
-El correo electrónico. Continúa ocupando un importante lugar como canal típico para el envío de intentos de phishing.
–El teléfono. Es un canal de fraude “mediante ataques de ingeniería social que, a través de una llamada, en la que se suplanta la identidad de una empresa, organización o persona de confianza, con el fin de obtener información personal y sensible de la víctima”.
