GOBIERNO ALISTA REFORMA DEL SISTEMA NACIONAL DE PENSIONES
En medio de un show mediático que incluyó la movilización de simpatizantes del gobierno, quienes lanzaban arengas de respaldo a Pedro Castillo pero también portaban cartelones alusivos a la Asamblea Constituyente, y en contra de la opinión del Ministerio de Economía y Finanzas; el mandatario firmó anoche la autógrafa de ley que faculta a los trabajadores a retirar hasta S/ 18,400 de sus cuentas individuales de capitalización a cargo de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).
Sin embargo, lo que ha generado enorme preocupación entre los afiliados a las AFP y diversos analistas, es el anuncio formulado por Castillo respecto a la conformación de una comisión que se encargará de analizar la reforma del sistema nacional pensiones en el país.
Tras firmar la autógrafa de ley, Castillo aprovechó el momento para atribuir a su gobierno la emisión de la referida norma, sin aclarar que se trata de una iniciativa legislativa que provino del Congreso de la República.
“Este Gobierno se debe al pueblo, no se debe a otros intereses. Los escuchamos y los escucharemos siempre y no podemos negarnos al clamor del pueblo, y no podemos negarles a ustedes el dinero de sus ahorros”, indicó.
También anunció la conformación de una comisión especial que trabajará en reforma del sistema nacional de pensiones. “Estamos en un momento clave para hacer cambios que anhelan los peruanos, por eso anuncio que próximamente conformaremos un equipo que trabajará en la reforma del sistema nacional de pensiones que permitirá a los peruanos acceder a una jubilación justa para todos”, dijo Castillo sin dar más explicaciones.
LA OPOSICIÓN
Sin embargo, no todos en el gabinete ministerial estuvieron de acuerdo con la promulgación de la ley. De acuerdo con un documento del Ministerio de Economía y Finanzas (al que tuvo acceso Radio Programas del Perú), el nuevo retiro extraordinario de los fondos de las AFP autorizado por el gobierno, “incrementa el riesgo de pobreza en la vejez”.
Se trata del oficio N° 541-2022-EF/10.01, mediante el cual la Dirección General de Mercados Financieros y Previsional Privado del MEF opinaba que la norma debía ser observada, entre otras cosas, por transgredir los artículos 10, 11 y 12 de la Constitución Política del Perú; y permitir que se incumplan tratados internacionales sobre derechos humanos ratificados por el Perú.
“La medida planteada por la autógrafa de ley, afecta la finalidad de los fondos de la seguridad social, ya que los fondos de pensiones tienen como fin el aseguramiento y la garantía del pago de una pensión, no de retiros previos a la jubilación, ya que generaría problemas para los afiliados en el futuro, incrementando el riesgo de pobreza en la vejez”, advirtió el MEF.
También se indica que el retiro de los fondos planteados en la autógrafa de ley tendría un impacto sobre la liquidez del sistema financiero, “dado que, por consecuencia de esta medida, al requerir cerrar posiciones del portafolio de inversiones, descapitaliza más los fondos, generando pérdidas adicionales para la economía”.
Cuando quienes gozan de desmedidos privilegios de sobre enriquecimiento como son las aseguradoras que no son sino satélites de los bancos privados, y salen al descubierto de los aportantes, estos rechazan dicho estatu quo y prefieren que el dinero retorne a su bolsillo. Es responsabilidad de cada uno el destino que le de a dicho dinero. Si hubiesen querido evitarlo, las AFP, deberían haber tomado otras iniciativas para hacer uso de ese dinero creando un fondo de emergencia en favor de los aportantes que por la pandemia se quedaron sin trabajo o se endeudaron por la enfermedad o muerte de algún familiar nuclear. Las leyes muchas veces no cierran con candado para evitar las distorsiones que a través de la misma ley determina obligaciones a los trabajadores sin preveer que el Beneficio que recibirán sea equitativo y Justo. Todo lo contrario dejan que el “mercado” que lo manejan los bancos, sea quien regule esta dinámica, la misma que casi siempre permite que se lleven el jamón y la clase trabajadora las migajas.