(Lima / Andina).- A mediados de septiembre el mundo conoció del fabuloso hallazgo arqueológico en Pañamarca (Áncash): el descubrimiento de un trono y unos murales decorados con imágenes que revelan a un importante personaje femenino (¿una reina?) de la sociedad mochica. Ahora este hallazgo figura entre los más importantes del mundo del año 2024.
Descubrimiento en sitio arqueológico de Áncash lidera lista de mejores hallazgos del mundo de revista Archaeology
La última edición, enero/febrero 2025, de Archaelogy Magazine’s, una de las revistas especializadas en arqueología más importantes del mundo, le dedica su portada y la ubica en el primer lugar de su lista de los 10 hallazgos arqueológicos más importantes del mundo 2024. Una distinción que reconoce el importante trabajo realizado en Pañamarca.
El gran hallazgo en Pañamarca lidera una lista donde figuran también los descubrimiento de una necrópolis en Asuán, Egipto; la tumba de un poderoso personaje en Panamá, la tumba de un héroe de guerra en Pompeya, entre otros.
El descubrimiento aconteció en julio de este año en el sector denominado “Sala del imaginario Moche” del sitio arqueológico Pañamarca, ubicado en el valle de Nepeña, en la provincia del Santa de la región Áncash, a unos 35 kilómetros al noroeste de la ciudad de Chimbote, pero fue dado a conocer en septiembre y la Agencia Andina fue uno de los primeros medios de comunicación en dar a conocer este importante hallazgo.
Al respecto, la directora del programa Paisajes Arqueológicos de Pañamarca, Jessica Ortiz Zevallos, afirmó que una revista de la importancia de Archaelogy Magazine’s considere el hallazgo en Pañamarca como uno de los principales descubrimientos arqueológicos de 2024 es una gran distinción.
“Definitivamente, es un merecido reconocimiento que pone en evidencia la riqueza de las pinturas murales de Pañamarca”, afirmó.
En diálogo con la Agencia Andina, la investigadora peruana resaltó que usualmente este tipo de reconocimientos se otorgan a hallazgos como el descubrimiento de ricas tumbas.
«En términos académicos y arqueológicos es un gran hallazgo y fuente para futuras investigaciones. No obstante, consideramos que el hallazgo más relevante es el replanteo del ejercicio de la autoridad o poder femenino en ámbitos religiosos, políticos y sociales prehispánicos”, apuntó.
En ese sentido, Jessica Ortiz precisó que el hallazgo de los murales y de un trono con detalles de mujer, como el tipo de iconografía asociada al trono, tanto en su parte interna y externa del respalda, indican que se trataría de un personaje femenino muy importante.
La revista Archaelogy destaca que los arqueólogos, liderados por tres mujeres, Jessica Ortiz Zevallos del programa Paisajes Arqueológicos de Pañamarca, Lisa Trever de la Universidad de Columbia y Michele Koons del Museo de Naturaleza y Ciencia de Denver, descubrieron la primera evidencia de una sala del trono diseñada para una reina Moche cuando realizaban excavaciones en la “Sala del imaginario Moche” de Pañamarca, un centro monumental perteneciente al pueblo Moche, que controló los valles costeros del norte de Perú entre aproximadamente el 350 y el 850 d.C.
Subraya que este equipo desenterró murales extremadamente bien conservados ejecutados en vívidos colores. azul, rojo y amarillo que representan cuatro escenas que resaltan a una mujer poderosa. Un panel muestra a la mujer recibiendo una procesión de visitantes y en otro, está sentada en un trono.
La publicación especializada destaca que aún más sorprendente que las pinturas es la evidencia física de un trono de adobe cuyo respaldo está erosionado por haber sido apoyado. El equipo encontró cuentas de piedra verde, hilos finos e incluso un cabello humano incrustados en la superficie del trono.
Una persona real y viva ocupó este trono en el siglo VII d.C., y toda la evidencia sugiere que este líder era una mujer», afirma Trever. Las pinturas, por tanto, no son sólo narraciones. “Tenemos mucha evidencia de mujeres poderosas en la cultura Moche a quienes generalmente se les llama sacerdotisas. Pero lo que tenemos aquí es alguien que tenía un poder político”, dice Koons.
“Esto nos hace repensar nuestras nociones sobre los roles de género en el mundo Moche y sugiere que su sociedad puede haber sido más fluida de lo que se pensaba anteriormente. Nunca hemos visto el salón del trono de una reina en Pañamarca, ni en ningún otro lugar del antiguo Perú”.
Jessica Ortiz explicó a la Agencia Andina que el trono de adobe está rodeado de muros y pilares que representan cuatro escenas diferentes de una mujer poderosa, en algunos casos recibiendo visitantes en procesión y, en otro, sentada en un trono.
Precisó que la poderosa mujer mochica pintada en las paredes y pilares de la sala del trono, así como en las superficies interiores del propio sitial, está asociada con la luna creciente, con el mar y sus criaturas, y con las artes del hilado y el tejido.
La investigadora peruana nos hace un apunte que debemos relievar. Este importante descubrimiento fue liderado por tres mujeres y la mayoría del equipo está conformado por personal femenino. No es un dato menor, es el testimonio del valioso trabajo que realizaron y que es una muestra de su alto nivel profesional.
“Nos emociona y llena de orgullo que un equipo liderado por mujeres halla descubierto escenas de una o varias mujeres, que dan otra perspectiva del rol de la mujer en épocas prehispánicas”, subrayó.
¿Qué viene para el 2025
La arqueóloga peruana recuerda que este 2024 empezó un programa de investigación por cinco años que culmina a fines de 2028 y los meses de trabajo de campo se concentran básicamente entre julio y agosto porque en términos meteorológicos son los meses más propicios para realizar excavaciones.
Jessica Ortiz nos adelanta que se continuará trabajando en la Sala del imaginario Moche (donde se produjo el hallazgo del trono y murales), pues aún falta investigar más en este espacio. Asimismo, hemos contemplado explorar otras zonas de Pañamarca.
Sostuvo que el equipo tiene la certeza de que Pañamarca, durante su funcionamiento, estuvo lleno de pinturas murales, muchas de las cuales han desparecido. sin embargo, los murales de épocas más tempranas que han sido cubiertos en su época por los mismos pobladores aún mantienen sus superficies decoradas.
“Por ello, nuestras expectativas en términos arqueológicos es seguir atando cabos para el mejor entendimiento de las poblaciones que ocuparon Pañamarca y los alrededores, pues si bien seguían cánones artísticos moche, existía una diversidad cultural diferente en cada valle, así como en nuestros días”, aseveró
¿Existe la posibilidad de hallar algún contexto funerario?
Al respecto, la arqueóloga afirma que no se descarta esa posibilidad; sin embargo, la arqueología es una ciencia muy impredecible y sería temerario y hasta un poco imprudente de mi parte afirmar que hay tumbas comparables con las del norte (Lambayeque y La Libertad).