‘PICAFLOR’ INVITADO COMO PRIMERA VOZ DE LOS PANCHOS
DESDE MI ESQUINA
Por: César “Chico” Véliz Mendoza
La vida de Víctor Alberto Gil Mallma, el recordado y añorado “Picaflor de los Andes” empezó como la de todos los ídolos. Se inició de niño cantando temas religiosos en el colegio San Ramón, Perené y, en su humilde casa, boleros de Los Panchos. El tema “Miseria” lo impresionó.
El caso que hoy recordamos se remonta a un día cualesquiera de 1963 cuando la fama y prestigio, luego de vencer mil batallas, le extendían las manos. Esta vez otro genial personaje con el mismo apellido Gil, sí el “güero” Gil de Los Panchos le ofreció probarlo como primera voz. Lo hizo y ¡oh, sorpresa! Encajó. Sólo necesitaba ciertas modulaciones.
El gran “picacho” en su inseparable Volkswagen.
Ocurría que por aquel año 1963 el “güero” Alfredo Gil, Chucho Navarro y Johnny Albino luego de la gira que les valió la conquista de la tierra del Sol Naciente, Japón, llegaron a Lima y se entrevistaron con “Picaflor de los Andes” Su prestigio ya había rebasado las fronteras del Perú.
PASÓ DIFÍCIL PRUEBA
Por propia confesión, en una entrevista que publiqué el 11 de agosto de 1996, en el vestuario del teatro Monumental de Lima, Chucho Navarro le hizo la difícil prueba de alcanzar el Do de pecho. Víctor Alberto pasó la prueba.
Como era natural, los mundialmente famosos Panchos, lo invitaron a sustituir la primera voz porque Enrique Cáceres, por esos años, no se encontraba satisfecho y Johnny Albino tenía asegurada su separación.
Esta propuesta fue la mejor de su adolorida vida llena de episodios de hambre, miseria, desilusiones e incomprensiones como decían las letras de los boleros que cantaba de niño y, ahora adulto, él relataba con cierta nostalgia.
Víctor Alberto, esa noche, al salir del Monumental no durmió. Con unos amigos se trasladó al bar más cercano y bebieron hasta las últimas consecuencias.
Al fin decidió no aceptar la invitación. La respuesta se la comunicó al propio Chucho Navarro que estaba con sus compañeros alojados en el hotel Crillón.
CASETE CON TEMAS INEDITOS
Pero ¿Qué pasó con “Picaflor de los Andes” que desde niño mostró su inclinación por la música romántica y lo demostró allá por los años 70 en Huancayo en la casa de su compadre y empresario Carlos Véliz.?
Con motivo de fiestas patrias se reunieron y el gran “Picacho” cogió su guitarra y cantó segmentos del bolero “Miseria”, del valse “Blanca Luz”, “El espejo de mi vida”, “Zenobia” que dan crédito de las cualidades innatas y artísticas del gran
Esos temas inéditos fueron perennizados, de casualidad, en un casete y una pequeña grabadora a pilas, extraviada por cerca de 30 años. Una vez recuperada de entre los vejestorios de la vivienda de su compadre Carlos, me entregó el casete y pude, con esfuerzo, recuperar con algunas deficiencias, parte de las joyitas musicales que interpretó aquella noche deterioradas por el por el tiempo.
El autor de esta crónica lo editó y publicó en un CD con el título de “Homenaje a Huancayo” con esos temas inéditos de Víctor Alberto y una selección de canciones interpretada por huancaínos: Los Aires del Perú, Los Serranos, Los Datsun´s, el dúo Huancayo, las hermanas Palomino Callirgos, éxitos en los años 50, entre otros.
“Picaflor de los Andes” en la plenitud de su vida y éxitos.
Ese CD se obsequió al público e instituciones. Incluso hice envíos al extranjero Suecia, Francia, Italia y Estados Unidos. El trabajo fue auspiciado por la Universidad Peruana Los Andes UPLA.
LA CONFESIÓN
En la única entrevista que hice a Víctor Alberto, poco antes de su fallecimiento en 1975, decidimos reunirnos. Muy cariñoso, en una cantinita cerca al Estadio Castilla de El Tambo, nos ofreció una copa de anisado.
Ya habíamos bebido una botella entre tres, me acompañaba el profesor Óscar Schwartz Arias, mi compañero de aulas salesianas fallecido recientemente, y “Picaflor” un tanto afligido nos dice: “quiero contarles algo que lo llevo escondido en el alma: estuve a punto de ser la primera voz del trío Los Panchos”
Entre copa y copa reveló: “preferí cantarle al amor, pero… a través del huayno. Quería expresar mi inspiración desde la Casita desolada o la Compañerita” Naturalmente, esto habría sido difícil al lado de Los Panchos.
Quizás como un presagio de su muerte, en aquella entrevista, recita, pero parece que canta: “talvez mañana no vuelvas a verme, mi sentimiento de amor se habrá muerto, pero mi nombre será tu calvario y mis recuerdos tu eterna agonía…”
Ese día con voz serena y acerada me pide mantener en reserva sus declaraciones sobre Los Panchos hasta que pase algún tiempo: “Muchos lo iban a tomar como acto de soberbia” añadió. Seguíamos bebiendo y se animó a cantar: “No tengo a nadie en el mundo, ahora que te fuiste, mi dueña, la melancolía mi dueña. Yo quiero tus labios de fuego que entibien los míos de hielo cuando ya mi vida se acabe…”
Víctor Alberto Gil Mallma departe un almuerzo al lado de sus compadres Vilma y Carlos Véliz. (foto Zoila Gil Artica)