EL CASO DE LA COMPRA DE BIODIÉSEL QUE PUEDE TERMINAR EN UN BÚMERAN
Escribe: César Gutiérrez.
Estamos próximos para que se cumplan 30 días de la emisión del reportaje en el programa dominical televisivo Panorama, sobre la adquisición de 280 mil barriles de biodiésel (B100), por parte de la estatal Petroperú (PP), donde se denunció un presunto acto de corrupción, puesto que el ejecutivo del proveedor se habría reunido en Palacio de Gobierno, con el mandatario Pedro Castillo (PC), acompañado del gerente general de la petrolera estatal y de la lobista Karelin López, que ya había tenido otros señalamientos por sus visitas al mandatario, tanto en la “Casa de Pizarro”, como en la conocidísima “Casa de Sarratea”, en el distrito de Breña.
Hay dos hechos que derivan de estas visitas: 1) la negativa de los asistentes a que compartieran sesión grupal con el Jefe de Estado, tema que la Fiscalía deberá merituar; y 2) la posible influencia de la visita en el concurso de adquisición de B100; la cual terminó en anulación por parte de PP.
Hasta aquí tenemos la primera temporada de la serie que bien se puede llamar el “Biogate”. Inmediatamente después se inicia un segundo proceso de competencia, que vuelve a ganarlo la misma empresa; Heaven Petroleum Operator (HPO), desatando furias dignas de mejores causas, con la cual se inicia la segunda temporada y donde el desenlace, puede ser un inesperado búmeran, como thriller que se precie en el servicio de “streaming” de Netflix.
PRIMERA TEMPORADA: CONCURSO POR 280 MIL BARRILES (MB)
El 21 de octubre pasado, desde PP se inició un concurso (COM-012-2021-GDCH/ Petroperu) para el suministro de 280 MB, a fin de atender la demanda prevista para el período enero-abril 2022.
Las reglas para el proceso eran las establecidas en el procedimiento PROA1-134. V5; que data del 27 de agosto del 2021, donde se rescatan dos puntos: 1) que la recepción de propuestas se hace en acto privado con la presencia de notario público (numeral 6.8), y 2) que obligatoriamente debe hacerse en simultáneo dos procesos: uno nacional (empresas domiciliadas en Perú) y otro internacional (empresas no domiciliadas), que se señala en el numeral 5.7 del procedimiento
El camino fue tortuoso, mezcla de voluntarismo político nacionalista y de aprendizaje acelerado de comercio exterior y gestión administrativa de los funcionarios entrantes.
El voluntarismo estuvo en que se buscó solo la participación nacional, omitiendo la obligatoriedad del procedimiento de hacerlo también a nivel internacional. Eso no significaba, que no hubiese competencia, porque hay 8 proveedores nacionales, dentro de los cuales hay 3 filiales de multinacionales: Repsol Trading Perú SA, Valero Energy Perú SA y La Fabril Perú SA; sin embargo, el no ajustarse al reglamento era una falta.
En cuanto al aprendizaje en comercio exterior, empezaron con una omisión importante en la fórmula de fijación de precio, imprecisión sobre el mercado de referencia de la cotización del aceite de soja (Soybean oil), que llevó a la necesidad de emitir una fe de erratas para señalar que se trataba del Chicago Board of Trade (CBOT).
Esto no implicaba beneficio a favor de ninguno de los dos participantes. Al final solo hubo una sola oferta, que era la de HPO, que se adjudicó la buena pro por un monto estimado en 74 millones de dólares (MMUS$).
