ECOPARQUE: UNA ALTERNATIVA QUE EDUCA SIN GASTAR DINERO
Jesús María convirtió un basural en un espacio ecológico bajo el concepto del reciclaje y la reutilización de materiales desechables. Iniciativa municipal debe ser replicada por las autoridades del país
El ecoparque de Jesús María es una apuesta práctica para entender que la lucha por preservar el medio ambiente puede ser una realidad si existe el compromiso de las autoridades, los vecinos y se cuenta con el asesoramiento profesional.
Dejemos que Enrique, un vecino nos explique la transformación de este rincón del Campo de Marte. “Hace dos años, esta zona era un basural, abandonado y sucio, hasta que ocurrió el cambio; personal del municipio, técnicos y profesionales dieron inicio a la mejor obra que debe ser imitada por las autoridades de todo el país: “bajo el concepto del reciclaje y la reutilización de materiales desechables como las botellas de plástico y los plásticos en general”, dice uno de los encargados del ecoparque a Guik.pe.
Es verdad, el área del parque no es tan grande –casi dos hectáreas- “pero como ejemplo significa mucho”, y de ser un botadero de basura ahora es un espacio ecológico en que se potencian las “3 erres” el reuso, el reciclado y la reducción, los conceptos claves para mantener el equilibrio ecológico y la salud en cualquier sociedad moderna y civilizada.
Un ejemplo para todo el país
Este espacio –que debe ser un ejemplo para los alcaldes mínimamente informados-, cuenta con un vivero donde se cultivan hierbas aromáticas y vegetales, como berenjenas; aparte de un espacio de juego en base de contenedores de basura que forman personajes animados, para entretener a los más pequeños.
Ahí están también los biohuertos en los cuales se ofrecen talleres de compostaje, entre otras actividades. El ingeniero Gian Carlos, formado en la Universidad San Agustín de Arequipa, explica con amabilidad la importancia de los fertilizantes orgánicos “que pueden ser elaborados y utilizados en cualquier jardín”.
El profesional explica que el año pasado se procesaron alrededor de 90 toneladas de este abono para nutrir las áreas verdes “pero lo ideal sería que todos los distritos tengan estos centros (de experimentación) ecológica”, refiere con la convicción de la importancia que tienen prácticas de este tipo como la que hay puesto en marcha las autoridades municipales encabezadas por el alcalde Jorge Quintana.
A pesar de tener una extensión reducida, el ecoparque tiene muchos atractivos que dan paz y tranquilidad a los visitantes: Ahí está la ola gigante compuesta por cientos o tal vez miles de botellas de plástico recogidas en el mar; una tortuga compuesta de chapas de botellas, una mantarraya de casi cuatro metros hecha de papel periódico, entre otras especies marinas.
Hace algunos días la asesora ambiental y gestora del parque, Ana Mendoza, comentó que para hacer realidad un espacio así “no hace falta gastar dinero, se puede hacer en cualquier lugar y podemos lograr el objetivo de educar”.
Ingreso con dos botellas de plástico
Una ola armada con botellas