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REPULSA PERÚ

Por: César Campos R.

 

El mundo paralelo creado por el gobierno de Pedro Castillo para disipar las tropelías corruptas del presidente y su entorno, llevando más bien a la ciudadanía, la prensa y hasta a los grupos políticos opositores hacia el paradigma de una convivencia democrática donde el reclamo de justicia sea equivalente a golpe de estado, ya logró consolidarse. Igual que la tolerancia a las más despreciables muestras de indignidad como la del repuesto canciller César Landa, expectorado de Torre Tagle sin mayor trámite hace cinco semanas y que vuelve al cargo con la sonrisa de un pusilánime.

Castillo gana terreno. Y como lo he sostenido reiteradas veces en esta columna, solo le falta cruzar el Rubicón de las elecciones regionales y municipales para llenarse de oxígeno hasta el 2026, pues será un hecho que esos gobiernos subnacionales – alcanzados por gente sin partidos sólidos, principios ni visión de país – se subordinará al poder central por sus dádivas y orientaciones. Como que el proyecto de presupuesto planteado por el Ejecutivo les otorga diez mil millones de soles más que el asignado el año 2022 y el plus de que el Ministerio de Economía y Finanzas los asista en la formulación de proyectos públicos.

El problema es que las principales fuentes de recaudación como la de la minería, languidecen a falta de un clima estimulante para el capital privado y por la enorme permisividad oficialista para con los actos delincuenciales disfrazados de protesta social en el entorno de las unidades mineras. La postergación de Yanacocha Sulfuros – el más importante proyecto de inversión en la cartera del sector, por un monto de dos mil 500 millones de dólares – es apenas un timbre de alerta a los campanazos que otras empresas darán frente al doble rasero gubernamental en su errática gestión.

El problema es que las principales fuentes de recaudación como la de la minería, languidecen a falta de un clima estimulante.

Vemos por un lado la simpatía empresarial a las convocatorias propiciadas por el titular del MEF, Kurt Burneo, en las cuales se le ha compartido el plan de reactivación económica denominado “Impulso Perú”. Burneo, señalan algunos de sus interlocutores, les garantiza independencia y firmeza en su decisión de reconocerlos como eje del desarrollo del país y apoyarlos. Sin embargo, dicha independencia y firmeza tiene pronóstico reservado dados los antecedentes de Castillo de jalarle la alfombra a sus dos antecesores, Pedro Francke y Oscar Graham. Y al mismo hecho que Castillo no atendiera la oposición de Burneo a reducir el IGV al rubro de restaurantes.

También sobresale el escepticismo de los mismos empresarios por el mantenimiento de las normas que vulneran la tercerización laboral y fijan un marco nuevo e incomprensible a las relaciones colectivas de trabajo. El factor confianza se halla en el sótano del ánimo de los inversionistas.

Impulso Perú no resultará viable mientras que la repulsa al gobierno cleptómano de Castillo la encarne casi el 80 por ciento de compatriotas. (Fuente: Expreso).

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