FÚTBOL, ARTE, SENTIMIENTOS Y MILES DE MILLONES

Afirman que el país petrolero mostrará la “musculatura de su cartera” para la más importante fiesta del planeta que será vista por una audiencia televisiva estimada de 5.000 millones de personas

 

 

El fútbol, es el espectáculo que nos conecta más con los espectáculos de masas, con lo primitivo, con lo dramático y hermoso a la vez.

El mundo mira a Qatar, anfitrión de la Copa Mundial. Este país, que no llega a los tres millones de habitantes con ingresos promedios de 52 mil euros anuales, es el más pequeño de la península arábiga, pero uno de los más ricos del planeta. Desde este domingo será escenario de esa misteriosa ecuación de fútbol, sentimientos, arte y cientos de millones de euros o dólares.

Esta fiesta demandó al Estado de Qatar, Cuya capital es Doha, la inversión multimillonaria de $220.000 millones -la más costosa de todos los tiempos–. para la construcción de una infraestructura futbolística de primer mundo que simbolizan sus ocho estadios futuristas, así como la ampliación de su aeropuerto, construcción de un sistema de metro y expansión de su capacidad hotelera.

 

 

“la chequera de Catar mostrará su musculatura, ante una audiencia televisiva estimada de 5.000 millones de personas, el evento deportivo más visto del mundo”.

 

El periodista Luis Eloy Áñez, del Diario Las Américas, escribió en un artículo que “la chequera de Catar mostrará su musculatura, ante una audiencia televisiva estimada de 5.000 millones de personas, el evento deportivo más visto del mundo”.

“Para muchos aficionados, un partido de fútbol se puede parecer a la vida misma, a un juego del destino. Tiene un comienzo, un desarrollo, unos momentos de intensidad emotiva, con finales felices y a veces trágicos. Todo puede suceder. Es un creador de mitos, que alimenta nuestro apetito imaginario”, escribe Áñez en uno de sus últimos artículos publicado en el diario de Miami.

Continúa: “Ver a las tribunas abarrotadas y exaltadas, nos puede dar la impresión de lo que fueron los circos romanos. El jugador, aplaudido y abucheado, por esa multitud gigantesca, seguramente vive lo que es la psicología de las masas. El fútbol, es el espectáculo que nos conecta más con los espectáculos de masas, con lo primitivo, con lo dramático y hermoso a la vez. Muchas veces con la irracionalidad y el apasionamiento, a flor de piel, que puede desencadenar en cualquier conducta extrema”.

En la mirada de muchas controversias

Catar está desde hace mucho en la mirada del mundo, pero también es sinónimo de controversias. Allí ya están albergadas las 32 selecciones que disputarán desde este domingo hasta el 18 de diciembre el mayor de los títulos y los jugadores serán aclamados o por qué no, también abucheados, por ese millón 200 mil visitantes que tendrán la dicha de asistir a los estadios construidos con detalles de hoteles de cinco y más estrellas para que puedan soportar las temperaturas cercanas a los 30 y más grados.

Pero bien vale recordar que esta competición se remonta a 1930 y desde entonces se ha llevado a cabo cada cuatro años -exceptuando la pausa debido a la Segunda Guerra Mundial-, lo que convierte al torneo catarí en el número 22.

Los encargados de llevar las estadísticas, afirman que pese a que la cantidad de Copas del Mundo supera la veintena, se trata de la primera vez que la sede de este evento es una nación árabe y solo la segunda ocasión en la que llega al continente asiático, curiosamente cuando se cumplen dos décadas desde aquel mundial de Japón y Corea del Sur en 2002.

A todo esto, se añade el hecho de que nunca antes había tenido lugar tan tarde en el año (casi la totalidad de torneos han iniciado a fines de junio y han finalizado a mediados o fines de julio). ¿La razón de este cambio? El clima extremo del verano en Catar.