Una de las principales virtudes que debe tener un estadista es saber a quiénes escuchar y no dejarse llevar por la presión de representantes de intereses subalternos. Es incomprensible que, a poco menos de un mes de haber nombrado al nuevo jefe de la DINI, la actual gobernante termine por “poner en duda”, vía un medio abiertamente pro izquierdista, la permanencia del responsable del servicio de inteligencia nacional. Todo ello, en momentos en que el país vive una oleada roja en el sur promovida abiertamente por el ex presidente boliviano, Evo Morales, y sus cómplices locales. La señora Boluarte hace mal en escuchar el consabido canto de sirenas de los caviares criollos. Debe hacer conciencia que el cargo que ahora desempeña demanda responsabilidad, coherencia en los hechos y firme decisión, no para quedar bien con “algunos” sino con los millones de peruanos. No se dispare a los pies señora Presidenta. (GUIK:PE)
El jefe de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI), Juan Carlos Liendo, aseguró que evaluará su renuncia al cargo luego de conversar directamente con la presidenta de la República, Dina Boluarte, después que esta última manifestara que evaluaría su permanencia durante una entrevista a RPP.
Liendo dijo que evaluará los términos de la conversación con la presidenta y que, de no lograr dialogar con ella, “actuará en consecuencia”.
“De acuerdo a la conversación que pueda tener con la presidenta directamente en las próximas horas, debo estar evaluando esa decisión porque es imposible en estas circunstancias tener a un jefe de Inteligencia que no pueda cumplir sus funciones”, manifestó en declaraciones a RPP.
Liendo O’Connor respondió así a Dina Boluarte, quien en una entrevista a La República publicada hoy martes 3 de enero, dijo que estaban evaluando la probabilidad de retirarlo del cargo de la DINI.
Al respecto, el coronel del Ejército en retiro dijo que la jefa del Estado está en la potestad de evaluar permanente todos los cargos y tomar decisiones sobre la permanencia de los funcionarios. En esa línea, dijo que será la conversación que tenga con Boluarte, o su incapacidad de hablar con ella, lo que determine si seguirá o no dentro de la DINI.
“Va a depender (mi renuncia) de la evaluación que realice la señora presidenta en estos momentos. Si bien la evaluación es permanente, necesito una conversación directa con ella que, de no producirse, debo actuar en consecuencia”, aseveró.
Liendo recordó que tiene pendiente presentarse ante la Comisión de Defensa del Congreso en una sesión reservada, a la cual no podría asistir si es que no cuenta con el respaldo de la presidenta de la República.
“[¿Lo va a sacar al señor Liendo?] Estamos viendo esa probabilidad. Vamos a hacer ajustes en la DINI”, respondió Boluarte Zegarra
El 18 de diciembre de 2022, el Gobierno designó a Juan Carlos Liendo O’Connor como nuevo jefe de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI). Dos días antes de su designación, el coronel del Ejército (r) había calificado de “insurgencia terrorista” a la convulsión social que se registró en distintos puntos del país a mediados del mes pasado. Obviamente se refería a los atentados contra entidades públicas y privadas. Sin embargo, tanto grupos extremistas, como grupos de izquierda radical y del pensamiento reaccionario caviar, usaron sus declaraciones para pretender minimizar los actos vandálicos y culpar las FFAA y la PNP de las lamentables pérdidas de vidas humanas. Resultado, a fin de cuentas, de un permanente discurso de odio y violencia impulsado por años por la izquierda radical peruana.
A raíz de estas declaraciones, la presidenta Dina Boluarte dijo – en entrevista con el diario La República – que su Gobierno está evaluando la posibilidad de remover del cargo a Liendo O’Connor.
En una entrevista con Willax, realizada el pasado 16 de diciembre, en plena crisis sociopolítica, el entonces asesor de la Comisión de Inteligencia del Congreso, dijo que es un “error” calificar como “conflicto social” a las protestas que se registraron en Arequipa, Apurímac, Ayacucho, entre otras zonas del país, tras el fallido golpe de Estado, la vacancia de Pedro Castillo y su posterior detención.
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