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OPINIÓN/ ¡Despacio que estoy apurado!

Escribe: César David Gallo Lale

Teniente General FAP (r)

 

Si hoy la derecha existente no hace nada, mañana será muy tarde

 

Este refrán, repetido muchas veces, nos recuerda que es mejor no apresurarnos para asegurarnos de que las cosas estén bien, especialmente cuando debemos tenerlo todo a punto en poco tiempo. En los conflictos modernos, los líderes entienden que el éxito a menudo depende de una preparación minuciosa y de la capacidad de adaptarse a situaciones cambiantes bajo presión, para alcanzar objetivos a largo plazo, como, por ejemplo, ganar unas elecciones presidenciales.

En este sentido, poco a poco, el Socialismo del Siglo XXI, la izquierda radical, los “caviares” y ciertos intereses internacionales han intentado arrebatarnos nuestra Constitución, y con ella, el manejo económico que implementó el expresidente Alberto Fujimori al otorgar autonomía al Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) y prohibirle financiar al erario público, es decir, impedirle cubrir el déficit fiscal del gobierno de turno. Imaginen lo que habrían hecho los expresidentes, hoy en prisión, sin esa limitación constitucional. El Perú, no tendría las reservas que posee, ni seríamos una economía sólida.

Este valioso Banco sigue siendo el objetivo de la izquierda internacional comunista, socialista, leninista y maoísta, que está desesperada por ganar las elecciones a cualquier precio. Buscan imponer un modelo corporativo que lleva años gestándose, derrocar nuestra Constitución con su famoso referéndum, gastar el dinero público a diestra y siniestra, y destruir lo que hoy es ejemplo para la región y el mundo: una moneda sólida y una economía estable, que les guste o no, es el pilar que sostiene al Perú en medio de la crisis política, la inseguridad ciudadana y el caos judicial.

El Perú es la piedra angular de la región y, por qué no decirlo, del mundo, gracias a su ubicación estratégica y riquezas naturales: tres regiones bien definidas (costa, sierra y selva), un mar vasto y rico en especies, un espacio aeroespacial que proyecta un futuro prometedor, y una Amazonía con una inmensa biodiversidad vegetal y animal, el auténtico pulmón del planeta. Si el Perú cayera bajo el dominio ideológico del Comunismo del Siglo XXI, se convertiría en una fuente clave de poder ideológico y económico para esa corriente política.

Frente a las elecciones que se avecinan, el Perú se encuentra en una situación riesgosa debido al caos político, con mafias infiltradas en el Ejecutivo, el Legislativo, las entidades públicas y el Poder Judicial. Si no fuera así, ¿cómo podría existir un gobernador como el de Trujillo, que negocia con el presidente de la nación, mientras su región presenta los mayores niveles de corrupción del país, con minería ilegal, narcotráfico y crimen organizado incontrolable?

No olvidemos que la frase “despacio, que estoy apurado” se atribuye a Napoleón Bonaparte, un estratega meticuloso que, sin embargo, fue derrotado en Waterloo por el Duque de Wellington. Así también debería caer en estos comicios la ideología izquierdista, marxista, leninista y maoísta que ha tenido al país en jaque durante años.

Bolivia ya está en un proceso de giro hacia la derecha. Falta la segunda vuelta el 19 de octubre, y aunque la izquierda no se rinde, con el ingreso de 200 venezolanos al país altiplánico, los problemas sociales persisten. Le sigue Chile, donde la izquierda es más unida y compacta. Allí, la primera vuelta será el 16 de noviembre de 2025, con una eventual segunda vuelta el 14 de diciembre. Veremos si la izquierda cede el poder. Después viene Colombia, con primera vuelta el 31 de mayo de 2026 y segunda vuelta el 21 de junio. La izquierda tambalea con Petro al frente, y existen opciones para que triunfen la derecha o el centro-derecha.

¿Y el Perú? En medio del caos político, social y judicial, lo más preocupante es la crisis del Congreso, con una desaprobación ciudadana del 90 %. La reciente elección del presidente de la Comisión de Ética, el congresista Elvis Vergara (Acción Popular), investigado por el caso de “Los Niños” por direccionar votos a favor de Pedro Castillo, ha encendido las alarmas. Peor aún, el Jurado Nacional de Elecciones ha admitido al partido del presidiario Pedro Castillo autor de un golpe de estado, para que participe en las próximas elecciones generales y la Fiscal de la Nación le abrió proceso al pleno de la Junta Nacional de Justicia, que la investiga por desacato a la Justicia y a las resoluciones de quienes fiscalizan a jueces y fiscales. ¡INCREIBLE DESORDEN!

Estas decisiones evidencian un pacto de protección mutua entre el Congreso y el Ejecutivo, que impide investigaciones o destituciones, y refuerza la percepción de una corrupción institucionalizada.

Así nos dirigimos “viento en popa” y sin rumbo a las elecciones del 2026.

¡Despacio que estamos apurados! Si hoy la derecha existente no hace nada, mañana será muy tarde.

¡ESTAMOS ADVERTIDOS!

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