¿POR QUÉ LO DEJARON IR?
Escribe: Francisco Diez Canseco Távara (*)
le redactan los discursos que él no entiende y sin duda se ríen de él a sus espaldas.
Sin la autorización del Congreso, Pedro Castillo no hubiera podido viajar a la Asamblea General de las Naciones Unidas para, una vez más, poner en evidencia su manifiesta ignorancia y total dependencia respecto de los asesores caviares que lo rodean, le redactan los discursos que él no entiende y sin duda se ríen de él a sus espaldas.
Hay, por tanto, una grave responsabilidad de los congresistas que votaron a favor del viajecito de Castillo a Nueva York quien, además, lo hizo acompañado de su esposa quien estaba impedida de salir del país: una raya más al tigre del desprecio por las normas que caracteriza a la banda que ha tomado el Poder con el “prosor” a la cabeza y de lo que puede ocurrir cuando la obsecuencia y la falta de dignidad se ubican en el mismo a la búsqueda de beneficios personales.
Lo preocupante es que, luego de este desaguisado, no prosperó la censura al
impresentable Ministro del Interior según dicen porque un número importante de congresistas estaba en comisiones y no concurrió al Pleno para la votación respectiva: ese cuento de otorongos mejor se lo guardan porque nadie lo cree.
Espero que la lectura de estas votaciones no arroje un crecimiento subterráneo de la bancada de los “Niños”, ese grupete de corruptos oportunistas que constituye la cola parlamentaria de Castillo y que son una afrenta para el Congreso y los promotores directos de la caída estrepitosa de la tradicionalmente baja aceptación que tiene dicho Poder del Estado.
Castillo no sumó un ápice al Perú en este viaje cuyo costo debe ser expuesto porque lo realizó con dinero de todos los peruanos: abrió un frente con Marruecos, que estaba a punto de otorgar una donación de 108 millones de úrea, el fertilizante no adquirido por el gobierno por la anulación de tres licitaciones fraudulentas; se enfrentó a Israel al anunciar la apertura de una Embajada Palestina (habrá que alquilarle un bunker a nuestro embajador en la Franja de Gaza); apoyó a Argentina en el diferendo de Las Malvinas con Gran Bretaña (muy bien, pero fuera de contexto); y condenó la invasión putinesca a Ucrania (esta vez bien).
¿Y el flagelo de la corrupción ?
Bueno, sabemos que si algo domina es ese tema pero como protagonista. Por ello, seguramente la omisión.
(*) Presidente de Perú Nación
Presidente del Consejo por la Paz