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EL LADO OSCURO DE LA COPA EN MATERIA DE DERECHOS HUMANOS

Human Rights Watch habla del incumplimiento de Catar en materia de los derechos y se refiere a la FIFA que, como organismo rector del fútbol, puede remediar los abusos que sufrieron los trabajadores migrantes que construyeron el torneo

 

 

El legado de la Copa Mundial de 2022 dependerá de si Catar remedia con la FIFA las muertes y otros abusos que sufrieron los trabajadores migrantes que construyeron el torneo

Catar: Copa Mundial FIFA 2022-Guía de derechos humanos para reportero

 

 La Copa Mundial de la FIFA, que se celebrará del 20 de noviembre al 18 de diciembre de 2022, se disputará tras años de graves abusos contra el trabajo de los migrantes y los derechos humanos een Catar, señaló ayer Human Rights Watch, que publicó una “Guía para reporteros” para apoyar a los periodistas que cubran la Copa Mundial de Qatar.
La guía de 42 páginas, “Catar: Copa Mundial FIFA 2022-Guía de derechos humanos para reporteros”, resume las preocupaciones de Human Rights Watch relacionadas con los preparativos y la organización de la Copa Mundial de la FIFA 2022 por parte de Catar y esboza problemas más amplios de protección de los derechos humanos en el país.
La guía también describe las políticas de derechos humanos de la FIFA y cómo el organismo rector del fútbol mundial puede abordar con mayor eficacia las violaciones graves en Catar y mitigar los daños.
“El legado de la Copa Mundial de 2022 dependerá de si Catar remedia con la FIFA las muertes y otros abusos que sufrieron los trabajadores migrantes que construyeron el torneo, aplica las recientes reformas laborales y protege los derechos humanos para todos en Catar, no solo para los aficionados y futbolistas visitantes”.
El mundo mira a Catar

 

 

“La Copa del Mundo atrae una inmensa atención de los medios de comunicación internacionales y de los aficionados, pero hay un lado oscuro del torneo que está eclipsando el fútbol”, dijo Minky Worden, directora de iniciativas globales de Human Rights Watch.
La FIFA debería haber reconocido que, al carecer Catar de la infraestructura necesaria para la Copa Mundial, se necesitarán millones de trabajadores migrantes para construirla y darle servicio. Esto incluía ocho estadios, una ampliación del aeropuerto, un nuevo metro, múltiples hoteles y otras infraestructuras clave, con un costo estimado de 220 mil millones de dólares.
La FIFA es responsable no solo de los trabajadores de los estadios, una minoría del total de la mano de obra inmigrante cuyos empleadores tienen que cumplir normas más estrictas en cuanto a las condiciones laborales, sino también de los trabajadores que construyen y prestan servicios en los proyectos de preparación y realización del torneo, incluyendo el transporte y el alojamiento, la seguridad, la limpieza y el paisajismo.

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