Todos nuestros deseos, pensamientos, palabras y acciones tienen poder para moldear la realidad que elegimos construir; el simple hecho de hacer consciente esta cualidad del ser humano, puede producir una verdadera transformación (despertar) en la manera cómo concebimos la vida y como hemos decidido vivirla.
Un primer punto de partida nos lleva a reflexionar y definir, si somos un cuerpo físico que no puede dejar de lado su componente espiritual; o si en realidad, somos seres espirituales que encarnamos un aspecto físico a partir del cual estamos en el mundo para aprender, crecer y experimentar. Si el cuerpo es temporal, degradable y efímero y el Espíritu es atemporal, ascendente, trascendente y eterno; no es de extrañar que consideremos la espiritualidad como un eje central en nuestra concepción de la vida y la importancia de vivir desde el ser.
Reflexionar en el día a día es importante, pero pasar a la acción lo es aún más; plasmar nuestras concepciones filosóficas en hechos concretos nos permite validar nuestras creencias y en este caso nos invita a explorar y aprovechar todo nuestro enorme potencial.
Podemos distinguir varios aspectos del ser humano como el físico, mental, emocional y espiritual; pero en esencia, somos en realidad una sola compleja unidad; integrada, interrelacionada e inspirada.
Si el pensamiento y la palabra tienen poder, pongámoslos a actuar a través de los decretos y si esa es la elección, apuntemos esas afirmaciones con la intención que genere en nosotros estados de bienestar, equilibrio y prosperidad.
Cuando la divinidad se manifiesta al ser humano; lo hace a través de una afirmación “Yo Soy el que Soy” (Éxodo 3: 13-14), expresión que se asocia con YHVH o YHWH (SER) uno de los nombres de Dios; como en su momento también lo hizo Jesús de Nazaret, el Maestro, quien reafirmó en múltiples ocasiones el principio del Yo Soy … “El principio y el fin”; “el camino, la verdad y la vida”; “la luz del mundo”; “la resurrección y la vida”; “la puerta”; “el pan de vida”; “el Buen Pastor”.
Si queremos decretar bienestar para nuestra vida, podemos utilizar algunas valiosas afirmaciones que bien pueden encauzar y darle sentido a nuestra existencia, porque son frases que inspiran; entonces, te sugiero reflexionar en los siguientes decretos; hacerlos tuyos y generar otros que te ayuden en ese proceso misterioso y real de co crear la realidad que es tanto una virtud como una responsabilidad y un desafío.
Cierra los ojos, respira profundamente y activa en ti el poder creador del Yo Soy.
Yo soy abundancia y prosperidad; yo soy saludable y equilibrado; yo soy amor, compasión y perdón; yo soy merecedor de todas las bendiciones; yo soy una manifestación de la perfección; yo vivo en armonía con la naturaleza, yo soy uno con la energía infinita del Universo; yo me acepto, admiro y respeto como una creación única; yo soy sabiduría, yo aprendo y experimentó con intensidad porque todas estas revelaciones son oportunidades para mi crecimiento; yo soy gratitud y agradezco a cada instante por el milagro de la vida; por toda la integridad de mi ser; por toda mi familia, por mis ancestros y mis descendientes; por todas las personas con las que me relaciono; por mis amigos, mis clientes, mis conocidos; yo perdono todo sentimiento, acción y reacción; olvido y perdono todo conflicto, todo malentendido y cualquier circunstancia que afecte mi energía pura y divina; perdono y me libero de todo efecto negativo, sentimiento contrario y plan forjado en mi contra; yo abro las puertas del bienestar, la abundancia y la prosperidad en todas las áreas de mi vida.
Yo soy energía pura y fluyo vibrante y alegre en todas las áreas de mi ser; yo atraigo oportunidades, aprendo y aprovecho con intención pura cada experiencia; yo aporto, construyo, promuevo y edifico a cada persona que acude a mí; yo obro con generosidad y desinterés porque soy consciente del principio de correspondencia; yo soy uno con el Todo; sé que soy un eslabón exclusivo del universo; sé que todo está integrado; yo soy un ser bendecido, lleno de talentos y cualidades que siempre perfecciono y de limitaciones, que acepto y supero; yo soy un servidor y dador alegre que aprecia la bondad y la generosidad; yo doy sin esperar ni recibir nada a cambio; yo soy un milagro de la Divinidad que se maravilla por ser parte de una Creación Superior; yo decido hacerme cargo de todos mis pensamientos, sentimientos, palabras, afirmaciones y decretos y confío en que todas mis intenciones florecerán en la realidad que cada día co creo en beneficio mío y del Universo.
Yo decreto bienestar para mi vida y bendigo cada intención, cada decisión y cada acción que cualquier persona que es consciente de su esencia y trascendencia reconoce y utiliza el maravilloso poder del Yo Soy el que Soy; el nombre del Dios vivo y verdadero; la Inteligencia Superior del Universo, la chispa divina que también mora en tu ser esencial.