LA DENOMINACIÓN DE ORIGEN CONTRIBUYE A GENERAR EMPLEO Y REDUCIR POBREZA
La denominación de origen contribuye a reducir la pobreza, porque los productos con esta certificación tienen un mayor valor en el mercado, destacó el líder del proyecto IP Key Latinoamérica de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea, Carlos Azorín.
Perú es uno de los países de la región que lo ha hecho muy bien en cuanto a registrar denominaciones de origen; al día de hoy hay nueve denominaciones
“Hay una tendencia global, pasamos de un consumo masivo a uno consciente y si lo llevamos al plano de la denominación de origen la gente va entendiendo, poco a poco, que hay que pagar un precio por un determinado producto debido a sus características únicas, y está ayudando realmente al desarrollo de una región determinada”, declaró a la Agencia Andina.
“Los productos premiun cada vez tienen un mercado más amplio en el mundo; por ejemplo, en Europa es frecuente que cuando se va a un restaurante la carta de vinos está organizada por denominación de origen”, explicó.
En ese sentido refirió que la denominación de origen permite diferenciar a un producto del resto, porque lo asocia a una determinada región geográfica que le confiere a dicho producto características especiales.
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“Perú es uno de los países de la región que lo ha hecho muy bien en cuanto a registrar denominaciones de origen; al día de hoy hay nueve denominaciones de origen agrarias y una que es industrial”, señaló.
Estas son: el pisco, el maíz blanco gigante de Cusco, la cerámica de Chulucanas, el pallar de Ica, el café Villa Rica, el café Machu Picchu-Huadquiña, el zapallo loche de Lambayeque, la maca de Junín-Pasco, la aceituna de Tacna y el cacao de Amazonas-Perú.
“Lo que ha hecho Perú es registrarlos en Europa; esos nueve productos están reconocidos y protegidos en Europa”, subrayó Carlos Azorín.
Productos con esta certificación tienen más valor en el mercado internacional
Destacó, igualmente, que el Acuerdo Comercial Perú-Unión Europea, suscrito en Bruselas (Bélgica) el 26 de junio del 2012 y que entró en vigor a partir del 1 de marzo del 2013, facilita el comercio de los productos con denominación de origen de Perú.
Azorín señaló que este tipo de certificados impulsa la economía de la región productora con denominación de origen, como es el caso del tequila en México y el café en Colombia, porque la gente paga más por estos productos, e incluso viaja por turismo a conocer estas zonas.
“Como el caso del tequila en México, que utilizan un agave y un proceso determinado, que hacen que el producto eleve la calidad y la gente pague más por ese producto, al final beneficia el desarrollo económico”, explicó.
“La gente va porque hay una ruta para conocer, con lo que se benefician los hoteles, los restaurantes, entre otros”, agregó.
Requisitos para la denominación de origen
Azorín explicó que es fundamental que un producto que busque contar con la denominación de origen tenga la posibilidad de venta, que haya una demanda en el mercado local e internacional. En segundo lugar, el producto debe tener un carácter colectivo; es decir, que sean varios los productores y no uno solo.
Tiene, asimismo, que haber una relación directa entre la forma de producción y la geografía con el producto, como por ejemplo el maíz gigante blanco del Cusco, de Urubamba, que es único en el mundo.
También destacó que la denominación de origen ayuda a preservar las tradiciones de producción de un determinado producto.
“Al final estás preservando una forma de cultivo y estás evitando que venga una empresa multinacional a explotar la tierra de manera intensiva; en ese sentido, te permite proteger las prácticas ancestrales con las cuales se ha venido produciendo el producto; es la cultura y todo lo que viene detrás”, explicó.
Seminario internacional
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El proyecto IP Key Latinoamérica brinda apoyo con el fin de aumentar la observancia y la protección de la propiedad intelectual en toda la región de América Latina, desde México hasta Chile.
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El proyecto IP Key Latinoamérica tiene dos fases: la primera se inició el 2017 y terminó en agosto del 2022; la segunda fase es por tres años más, hasta el 2025.
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IP Key Latinoamérica busca sensibilizar a los países sobre las ventajas de la propiedad intelectual como una herramienta para crecer económicamente y generar empleo.