AMAZONÍA PERUANA ALMACENA TERCERA RESERVA DE CARBONO MÁS GRANDE DEL MUNDO
La Amazonía peruana alberga la tercera reserva de carbono más grande del mundo, después de los ecosistemas del Central Kalimantan, en Indonesia; y Cuvette Central, en República del Congo. Esta reserva se ubica en el Abanico del Pastaza, situado en la provincia del Datem del Marañón, región Loreto.
Un anterior estudio del IIAP realizado en 2021 reveló que más de 3,000 millones de toneladas de carbono están almacenadas, en forma de turberas, debajo de los pantanos y aguajales de la región Loreto.
Así lo revela un reciente estudio de medición de stock de carbono en turberas (humedales) elaborado por el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP) y Profonanpe. que precisa que el citado Abanico del Pastaza es una de las zonas ricas en reservas de carbono como humedales, aguajales, bosques aluviales o pantanos herbáceos con potencial para mitigar el cambio climático y contribuir al desarrollo de comunidades locales.
Estudio en Datem del Marañón
Este estudio busca medir el stock de carbono almacenado en los ecosistemas de la provincia del Datem del Marañón, enfocándose en el área de influencia del Proyecto Humedales del Datem que es ejecutado y administrado por Profonanpe.
“Los hallazgos son datos que nos ayudan a entender mejor el potencial de mitigación del cambio climático, reportando una superficie de los bosques de aguajal (1,142,077 hectáreas), aluvial inundable (1,421,431 ha) y los bosques de tierra firme (2,049,597 ha), los cuales son los ecosistemas con mayor extensión en el área de estudio, y se entiende como el tercer reservorio de carbono en el mundo”, resaltó Miguel Alva, especialista en Recursos Naturales del proyecto Humedales del Datem.
El estudio de modelamiento hidroclimático (ATUK) permite mostrar, asimismo, escenarios de intervención de posibles impactos negativos ante un mal manejo de los recursos forestales no maderables (frutos de palmeras amazónicas, hidrobiológicos, medicinales, servicios ecosistémicos, etc) por parte de las comunidades, donde se vienen generando modelos de actividades económicas sostenibles (bionegocios), a través de una gobernanza de los territorios junto a 7 pueblos indígenas: Awajún, Achuar, Chapra, Kandozi, Kichwa, Wampis y Shawi.
Carbono almacenado
Un anterior estudio del IIAP realizado en 2021 reveló que más de 3,000 millones de toneladas de carbono están almacenadas, en forma de turberas, debajo de los pantanos y aguajales de la región Loreto.
Precisó que dicha zona de estudio (que cubre el 3 % del área boscosa del país) contiene alrededor del 50 % del carbono que existe sobre la superficie de todos los bosques peruanos, razón por la cual el uso responsable y conservación de las turberas amazónicas es muy importante a fin de cumplir los compromisos nacionales de mitigación y adaptación al cambio climático.
Los bosques amazónicos son espacios muy ricos en biodiversidad, pero también almacenan una gran cantidad de carbono en la parte aérea de sus árboles. Complementariamente, las “chupaderas”, como se les conoce a las turberas en esta región, son un tipo de humedal natural donde se acumulan capas de material orgánico en estado de semi descomposición (turba). Estos ecosistemas constituyen depósitos que contienen más carbono en menos espacio dentro de las zonas terrestres.
Potencial y biodiversidad
El estudio del IIAP y Profonanpe realizado en Datem del Marañón indica que estas zonas ricas en reservas de carbono también tienen un gran potencial y valor de la biodiversidad y la riqueza intercultural de sus territorios, establecidos en sus instrumentos de gestión como la zonificación territorial indígena, construida desde la cosmovisión, saberes y usos ancestrales de sus territorios, y ecosistemas.