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LA «NUEVA CONSTITUCIÓN» DE LA GENTITA DE LA PUCP

Muy selecta gentita de la Facultad de Derecho PUC ha anunciado con bombos que han logrado su anhelado sueño: tener su propio proyecto de Nueva Constitución.

 

 

La clave (…)  aparece claramente en la última línea de su último artículo, donde de manera subrepticia se consigna la posibilidad de acceder a una “Asamblea Constituyente” camuflada, tal como lo plantearon Perú Libre, Bermejo, Cerrón, Pedro Castillo, Aníbal Torres, Betsie Chávez

 

Este grupo de trabajo autoconvocado para la” reforma constitucional» se creó en febrero de este año dentro de una parte de los profesores del “área de derecho” aunque, fiel a su ideología impuesta ya hace algún tiempo, siempre dan entender -en publicidad claramente engañosa- que representan a “todos” los profesores de toda el “área de derecho constitucional.”
Este muy selecto y exclusivo grupo está integrado por los siguientes profesores: Marcial Rubio Correa (coordinador), Rocío Villanueva Flores, la decana, David Lovatón Palacios, jefe del departamento académico de derecho, Abraham Siles Vallejos, accesitario a la JNJ y Elena Alvites, quien se ha adueñado -sin mayor mérito- de la maestría de derecho constitucional de la PUC, desplazando nada menos que al Prof. Domingo García Belaunde.
También está compuesto por Francisco Eguiguren Praeli, quien ya hizo un “informe” para el ex Presidente Pedro Castillo abogando por una asamblea constituyente, Jorge León Vásquez, Erika García-Cobián, Pedro Grández Castro (sanmarquino afincado en la PUC y de la izquierda radical), Ana Neyra Zegarra (ex ministra de justicia del ex presidente Sagasti) y Juan Carlos Díaz Colchado.
Este proyecto de reforma constitucional total expresa la singular opinión de alguno de los profesores más radicalizados de la Facultad de Derecho de la PUC. Claramente este “grupo de trabajo” radical así autoconvocado a raíz del golpe de Estado de Pedro Castillo, y en claro respaldo a gran parte de su “ideario constituyente”, cuenta con el aval de la Facultad de Derecho, del Departamento Académico de Derecho, de la Maestría de Derecho Constitucional y del Grupo de Investigación en Derechos Fundamentales y Derecho Constitucional (Gidcydef), de la gentita más selecta de Derecho de la PUC. Han tenido, sin embargo, el pudor de señalar que su documento no representa una opinión o posición institucional de la PUC, aún cuando en el mismo  aparecen las principales autoridades universitaria de la Facultad de Derecho y del Departamento Académico de Derecho.
Además de representar a solo una parte del pensamiento existente entre el profesorado de la Facultad de Derecho de la PUC, este proyecto de reforma total de nueva constitución representa un claro “caballo de troya”. La clave, además de una serie de galimatías y declaraciones absurdas, aparece claramente en la última línea de su último artículo, donde de manera subrepticia -pero evidente- se consigna la posibilidad de acceder a una “Asamblea Constituyente” camuflada, tal como lo plantearon Perú Libre, Bermejo, Cerrón, Pedro Castillo, Aníbal Torres, Betsie Chávez y demás paladines del fenecido gobierno anterior. Es decir, la “revolución perpetua”.
He ahí el detalle. Claramente en este “proyecto” han escondido por pudor a César Landa, el canciller del golpe de Estado y a Eloy Espinosa, acusado por la propia PUC de plagio y denunciado por maltrato a su aún esposa.
Esta gentita de la Facultad de Derecho de la PUC han tenido a bien, como siempre, ignorar y no convocar (en un exigente ejercicio de vocación “democrática”) a otros profesores muy valioso prestigio, antigüedad y prosapia, como los casos de: Domingo García Belaunde, Ernesto Blume Fortini, Carlos Blancas Bustamante, Aníbal Quiroga León, Abraham García Chávarri, Christian Donayre, entre otros.
Es la misma técnica de siempre inventada por César Landa en la época del ex presidente Vizcarra -a quien sirviera eficientemente y le proveyera de muy buenos ingresos como da cuenta el SEACE-: presentan un grupo profesores de la Facultad de Derecho de la PUC -notoriamente sesgados, “selectivos” y ahora capitaneados por su decana nada menos- como si fueran “todos los profesores” y “toda el área de derecho constitucional”, cuando en verdad son solo un grupo notoriamente caviar y afín entre sí, el mismo grupo siempre, el grupo que con Landa apoyó a Vizcarra, el grupo que con Eguiguren apoyó a Castillo, el grupo que ahora utiliza la figura de Marcial Rubio, pero es el mismo grupito que quiere dar la imagen que representan a todo el área constitucional cuando solamente se representan, malamente, a sí mismos. Y todo ello con la tolerancia y el beneplácito del rectorado de la PUC.

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