RELANZAR EL PROCESO INVERSIONISTA
Escribe: Manuel Bernales Alvarado.
Politólogo. Consultor internacional.
¿Por qué seguimos prácticamente en más de lo mismo una generación de jóvenes, mujeres y varones productores, consumidores de bienes y valores, y ciudadanos?
Hay decisiones estratégicas que pueden realizarse, aún ahora, en dimensiones que agrupan variables o factores clave, según propósitos, inmersos en un proceso de mundialización desigual y combinado,que incide sistémicamente en Perú. Hay nueva estratificación internacional del poder , con pérdida de soberanía e independencia real de Estados y muchos no viables.
Enmarcada en megatendencias y objetivos asumidos por la ONU, aumenta «la responsabilidad de proteger» a millones de personas impactadas por cambios acelerados bruscos naturales y sociales. Priman creencias más que ideas a la vez que inmenso desarrollo científico técnico; desvalores más que valores; desinformación mundial y relativismo absoluto que impactan en estructuras sociales e instituciones. ante todo ello la educación y políticas rígidas, no se adelantan al futuro y cunde inocultable «deseducación» societal.
Se necesitan innovaciones estratégicas en tres niveles de gobierno (en la realidad, cuatro):
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A nivel nacional, cuya Ley Orgánica del Poder Ejecutivo constituye evidente violación de elementales nociones de sistema de gobierno y administración pública, parchada ad nauseam como respuesta política inmediatista a escándalos públicos. Evidencia: exceso de instituciones en aumento con cruce de competencias sin plan ordenador ni gestión estratégica y operativa efectiva, y empeoramiento del personal.
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A nivel regional, vía departamentos que no son regiones geográficas ni económicas ni administrativas por regionalización y descentralización fallidas, sin planificación, menos de inversiones sostenibles. ¡Nos quedamos con la palabra regiones y se cree que son la realidad! ¡La estructura de Gores debe simplificarse!
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A nivel provincial que, al ritmo de grupos de interés y caudillos, pugnan por ser y valer más que la región a la que pertenecen. Compiten entre ellas, más aún con vecinas de la región con la que son una unidad.
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A nivel distrital, a menudo con base social tradicionalista rural o urbana, acuden cada vez más a la presión y conflicto con visión hiperlocalista.
Entre varias medidas posibles dentro de la actual Constitución, sin caer en el abismo que provocaría una constituyente, es también esencial instituir:
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Un órgano de planificación nacional con base en la rama económica del MEF y mecanismos en los que lidera, separado de la rama financiera y hacienda pública, con mando sobre oficinas verdaderamente regionales, con unidades sectoriales, en menor número por la racionalización, fusión o eliminación de sectores y subsectores.
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Un órgano de planificación de inversiones interdepartamentales para servicios esenciales de salud, educación, agua potable, desagüe y manejo de basura, a la par que en sectores productivos y transversales. Hay dinero de sobra que no se emplea. En los sesenta, la Oficina Regional de Planificación del Sur hizo un avance con recursos de Corporaciones y Juntas Departamentales.
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Un proceso de agrupación de mejores inversiones interdistritales (no autarquías distritales); poniendo énfasis en bienes y servicios por zonas, cuencas o zonas mezzo de planificación territorial.