LA GUERRA MUEVE A LOS PAÍSES LATINOAMERICANOS A TOMAR POSICIÓN
(DW / Luis García Casas).- El conflicto armado entre Israel y Hamás desatado tras los atentados terroristas del pasado 7 de octubre y la decidida respuesta del gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Natanyahu, ha agitado el tablero de las relaciones diplomáticas en Latinoamérica. Aunque inicialmente la mayoría de los gobiernos de la región condenaron los ataques a Israel, las reacciones de cada país han sido muy diversas, pero nadie ha quedado indiferente.
Los ataques terroristas de Hamás y la dura respuesta israelí han provocado diversas reacciones en los países latinoamericanos, que repasamos país por país.
Argentina: el país con la mayor comunidad judía de la región
En Argentina viven más de trescientas mil personas de religión judía. Nueve argentinos murieron en los ataques del 7 de octubre en Israel y, desde entonces, otros 21 permanecen desaparecidos.
El presidente, Alberto Fernández, expresó su «enérgica condena al brutal ataque terrorista perpetrado por Hamás desde la Franja de Gaza contra el Estado de Israel», una condena que ha reiterado en diversas ocasiones.
Un comunicado de este jueves (02.11.2023) reitera su condena a los ataques terroristas y reconoce el derecho de Israel a su «legítima defensa».
La Cancillería agrega que «sin embargo, nada justifica la violación del derecho internacional humanitario, y la obligación de proteger a la población civil»y condena también el ataque israelí «contra el campo de refugiados de Jabalia».
Manifestación de apoyo a Israel en Argentina, el pasado 9 de octubre.
La Delegación de Asociaciones Israelitas de Argentina (DAIA) rechazó esta condena e instó al gobierno de Buenos Aires a «diferenciarse de las posiciones pusilánimes de algunos países de la región que han decidido romper relaciones con Israel y condenar su legítimo derecho a la defensa».
Bolivia: la postura más dura contra Israel
Inicialmente, el gobierno de Bolivia publicó un comunicado que pedía «desescalar la violencia» sin condenar abiertamente los ataques terroristas. Su postura se ha ido endureciendo hasta romper relaciones diplomáticas con Israel.
Israel acusó a la actual administración del presidente Luis Arce de «rendirse al terrorismo»y de alinearse «con la organización terrorista Hamás».
El propio grupo terrorista Hamás saludó la medida. «Elogiamos mucho la valiente postura adoptada por el Gobierno boliviano de cortar relaciones con la entidad sionista», señaló un comunicado del grupo palestino citado por diversos medios .
El expresidente Evo Morales, líder del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), sin embargo, consideró que la medida «no es suficiente»y pidió el miércoles que el Gobierno boliviano declare a Israel como «Estado terrorista» y presente «una denuncia ante la Corte Penal Internacional«.
Brasil: un complicado equilibrio
Brasil cuenta con la segunda comunidad judía más grande de Latinoamérica, después de Argentina, con más de cien mil integrantes. Además, los ataques terroristas de Hamás dejaron 3 brasileños entre las víctimas, así como un herido que se recuperó y un todavía desaparecido.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, condenó los ataques, así como su Ministerio de Exteriores que, sin embargo, pidió desde un principio «máxima moderación» a todas las partes.
El país, que ostenta la presidencia de turno del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, pidió una reunión extraordinaria para que la cuestión se debatiera allí. Lula insistió en que «no es posible tanta irracionalidad» y que «se hagan guerras sin tener en cuenta que quienes están muriendo son mujeres, ancianos y niños», que «no pidieron ese acto de locura y terrorismo que fue el ataque a Israel» por parte del brazo armado de Hamás, pero «tampoco pidieron que Israel reaccione de una forma tan insana».
Chile: la mayor comunidad palestina
Es, con medio millón de personas, el país con la mayor comunidad palestina fuera de los países árabes. Chile, con un muerto y un desaparecido en los ataques de Hamás, los condenó ya desde el principio llamando a «evitar una escalada que provoque mayores daños y sufrimientos a la población civil».
El país terminó llamando esta semana a consultas a su embajador en Israel y calificó los bombardeos israelíes como «un castigo colectivo a la población civil palestina en Gaza».
Colombia: fuertes críticas de Petro hacia Israel
Aunque el Gobierno de Colombia condenó a través de su Cancillería desde un primer momento «con vehemencia el terrorismo y los ataques contra civiles» en Israel, posteriormente suavizó el comunicado para referirse únicamente a «las afectaciones a civiles».
Las declaraciones del presidente, Gustavo Petro, han insistido en que «se reconozca de manera integral el Estado palestino».
Incluso se reunió con el «embajador del Estado palestino en Colombia, Raouf Almalki». Esto y, sobre todo, las comparaciones posteriores de Petro en las redes sociales de la respuesta israelí con el Holocaustoo la Segunda Guerra Mundial crearon una fuerte polémica.
Israel amenazó con suspender todas las exportaciones a Colombia de tecnologías de seguridad, un capítulo en el que había venido ayudando al país en su lucha contra los grupos armados. Petro amenazó con sus pender las relaciones comerciales con Israel. Posteriormente, Colombia llamó a consultas a su embajador en el país.
Costa Rica: condena «enérgica» de los atentados
La Cancillería de Costa Rica fue una de las primeras en publicar un comunicado oficial para condenar «de la manera más enérgica los atroces y deplorables ataques terroristas de Hamás sobre Israel» y demandar «la inmediata liberación de rehenes».
Cuba: apoyo a los palestinos
El Gobierno de La Habana expresó en un comunicado el mismo 7 de octubre su «grave preocupación» por la «escalada de violencia entre Israel y Palestina, que es consecuencia de 75 años de permanente violación de los derechos inalienables del pueblo palestino»y apeló a la «creación de dos Estados».
Una semana después, en una declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores publicada incluso en árabe, se refería a los bombardeos en Gaza sin tampoco esta vez nombrar los ataques terroristas de Hamás y pedía «la búsqueda de una pronta solución por la vía de la negociación».
Ecuador: solución de dos Estados
Su Cancillería condenó inmediatamente «los actos de terror vividos en Israel» sin dejar de hacer un «llamado a la paz y el diálogo».
El miércoles reiteró su condena en un comunicado en el que, también, expresa «su profunda preocupación ante el bombardeo israelí del campo de refugiados de Jabalia» y «recuerda que el ejercicio de la legítima defensa debe hacerse siempre en pleno cumplimiento de las obligaciones del derecho internacional».
Ecuador se alinea en términos generales con las resoluciones de Naciones Unidas «sobre la situación entre Israel y Palestina»y defiende la solución de los dos Estados «dentro de las fronteras reconocidas de 1967».
El Salvador: significativo posicionamiento de Bukele
Llamó la atención la dura posición desde el primer momento del presidente, Nayib Bukele, de origen palestino, contra Hamás. En un tuit escrito en inglés establecía un paralelismo entre el terrorismo de la organización islamista y el de las maras en El Salvador. Sin embargo, a pesar de ser muy activo en redes sociales, no ha vuelto a comentar sobre el tema.
«Cualquiera que apoye la causa palestina cometería un gran error al ponerse del lado de esos criminales. Sería como si los salvadoreños nos hubiéramos puesto del lado de los terroristas de la MS13, sólo porque compartimos ancestros o nacionalidad», decía en referencia a la Mara Salvatrucha, considerada en El Salvador más que como una pandilla delictiva, como un grupo terrorista.
Guatemala: apoyo a Israel desde el primer momento
El país mantiene estrechas relaciones con Israel, tanto históricas como actuales. Guatemala fue el segundo país, después de Estados Unidos, en votar en Naciones Unidas a favor de la creación de Israel el 29 de noviembre de 1947 (algo que hicieron 33 naciones de las 57 que formaban entonces la ONU).
También fue, con Paraguay, el único país latinoamericano (otra vez aquí junto a Estados Unidos) que votó en contra de la reciente resolución de la Asamblea de la ONU que pedía, a propuesta de los países árabes, una «tregua humanitaria» en la Franja de Gaza.
Desde un primer momento el actual presidente, Alejandro Giammattei, expresó a través de las redes sociales, en inglés y en español, su apoyo a Israel.
Guatemala, que desde 1956 tiene una sede diplomática en Israel, mantiene diversos programas de cooperación en marcha del MASHAV (el departamento de Cooperación Internacional del Ministerio de Exteriores Israelí) en cuestiones como turismo, inversiones, cooperación académica, pero también otros en tecnología, salud y seguridad. Además, ya con el anterior presidente, fue el segundo país latinoamericano en abrir una embajada en Jerusalén.
Honduras: respetar el «derecho internacional humanitario»
El gobierno de Xiomara Castro condenó los ataques de Hamás. Respecto a los bombardeos sobre Gaza, Honduras se ha adherido a la posición mayoritaria en Naciones Unidas, expresada en la última resolución, que «rearfirma la obligación de respetar el derecho internacional humanitario en todas las circunstancias y hace hincapié en la catastrófica situación humanitaria en la Franja de Gaza y sus consecuencias para la población civil, compuesta en gran parte por niños», según resume la propia Cancillería hondureña.
México: búsqueda de equidistancia
«La posición de México es clara (…) fiel al principio constitucional de solución pacífica de controversias», decía un comunicado de la Cancillería al día siguiente de los ataques de Hamás, que dejaron a un millar de mexicanos varados, que pudieron ser repatriados.
Además hay dos mexicanos entre los rehenes retenidos por Hamás, para cuya liberación el gobierno mexicano intentó contactos directos con el grupo terrorista.
El comunicado reconocía «el derecho a la legítima defensa que asiste a Israel», pero condenaba «el uso de la fuerza, independientemente de quien provenga»y abogaba por una «solución integral y definitiva al conflicto, bajo la premisa de dos Estados».
El presidente, Andrés Manuel López Obrador, se limitó a insistir en que «no queremos guerra» y condenó «el uso de la fuerza contra civiles».Y evitó una y otra vez «tomar partido». «Nosotros no queremos tomar partido porque queremos ser factor para la búsqueda de una solución pacífica», argumentó.
El presidente provocó con sus declaraciones en la primera rueda de prensa diaria después de los atentados una airada reacción de la Embajada de Israel en México.
«Valoraríamos que el Gobierno de México pudiera considerar una posición que condene de manera contundente los actos barbáricos perpetrados por la organización terrorista Hamás», dijo en un comunicado.
Nicaragua: solidaridad con los palestinos
El gobierno del régimen de Daniel Ortega condenó «enérgicamente el agravamiento del terrible conflicto israelí-palestino» que «empeora continuamente, frente a la soberbia, la ceguera, incomprensión e inacción de la comunidad internacional y particularmente de las Naciones Unidas» en un comunicado, el mismo día 7 de octubre, en el que no se refiere a los atentados de Hamás.
En él, se dicen «siempre solidarios con la causa palestina» y se sitúa el problema en «el no reconocimiento del Estado Palestino, es decir, del prójimo, como igual».
Panamá: condena firme a los atentados
Panamá, que luego se sabría que perdió a una de sus conciudadanas en los ataques terroristas de Hamás, los condenó «firmemente» desde un primer momento.
Paraguay: voto a favor de Israel
Junto a Guatemala, es el único país de la región que votó contra la resolución de Naciones Unidas que pedía, a propuesta de Jordania, un «alto el fuego humanitario».
El apoyo del país a Israel, sin embargo, ha tenido altibajos: en 2018 el gobierno de Horacio Cartes anunció el traslado de la embajada en Israel a Jerusalén al final de su mandato, una medida que fue revertida por su sucesor tres meses después. Paraguayos eran dos de los muertos en los ataques de Hamás y hay también dos desaparecidos de esta nacionalidad.
Perú: tres peruanos muertos en la «espiral de violencia»
Perú condenó inicialmente los atentados de Hamás, pero últimamente también la respuesta de Israel. En un comunicado de este miércoles, la Cancillería lamenta que se ha desencadenado «una espiral de violencia y un recrudecimiento del conflicto en el Medio Oriente, ocasionando numerosos muertos, entre ellos tres connacionales».
Uruguay: «rechazo absoluto al terrorismo»
El Ministerio de Relaciones Exteriores del país, «en nombre del Gobierno y el pueblo de la República Oriental del Uruguay», condenó desde primera hora los atentados y dijo que «reafirma su rechazo absoluto al terrorismo y su compromiso con la seguridad de Israel». Las declaraciones del presidente, Luis Lacalle Pou, fueron en el mismo sentido.
No hubo víctimas uruguayas en los ataques, pero el país confirmó que una mujer uruguayo-israelí de 29 años fue secuestrada en el kibutz de Nir Oz y permanece retenida como rehén.
Venezuela: chavismo propalestino
Junto con Nicaragua y Cuba, está entre los únicos tres países de Latinoamérica que no condenaron expresamente los ataques terroristas de Hamás del pasado 7 de octubre.
El Gobierno pedía ese día, en un comunicado, una «negociación genuina» y expresaba su «profunda preocupación» por la situación.
Y explicaba que la «escalada es el resultado de la imposibilidad del pueblo palestino de encontrar en la legalidad internacional multilateral un espacio para hacer valer sus derechos históricos».
El presidente, Nicolás Maduro, cuya legitimidad ha sido ampliamente cuestionada, fue más allá y llegó a hablar de «genocidio»y de «apartheid».
La Asamblea General de la ONU aprobó por mayoría una resolución que exige un alto el fuego inmediato e incondicional en Gaza, así como la entrega de ayuda humanitaria. Esta resolución no es legalmente vinculante pero tienen peso político.