ENCAPSULAR EL CONFLICTO PARA RELANZAR EL CRECIMIENTO
El indulto constitucional otorgado al expresidente Fujimori y las intensas disputas por el control del Ministerio Público revelan que la guerra política parece imposible de detener. Finalmente, el conflicto y la polarización continúan porque los sectores progresistas consideran que en los diferendos debe haber vencedores y vencidos. Sin embargo, la polarización se ha convertido en el principal enemigo del modelo económico, del crecimiento y del proceso de reducción de pobreza.
El Perú necesita avanzar en reformas para superar la tendencia a anarquía
El Perú está en recesión y ha comenzado a aumentar pobreza por la crisis política. Una crisis que explica la burocratización del Estado, la elección de Pedro Castillo, el crecimiento bajo que no reduce pobreza y, finalmente, la actual recesión económica. Si las cosas siguen así, las próximas elecciones del 2026 serán un escenario aterrador para la continuidad del sistema democrático y el modelo económico: una sociedad con una pobreza de un tercio de la población y en aumento.
El país entonces necesita detener este proceso de autodestrucción. Y si no es posible superar la polarización se requiere encapsular el conflicto político alrededor de los temas en colisión, mientras se desarrollan amplios acuerdos para hacer reformas y relanzar el crecimiento. De lo contrario, la crisis se convertirá en una guerra de todos contra todos, sin ganadores ni vencidos.
Por ejemplo, una pregunta que los peruanos debemos formularnos es si es necesario avanzar o no hacia un sistema bicameral para perfeccionar el equilibrio de poderes y evitar que la polarización política incontrolable se traslade a la guerra por el control de las instituciones. Finalmente, la disyuntiva destructiva entre vacancia presidencial y disolución del Legislativo podría ser absorbida por el nuevo sistema bicameral: la cámara de diputados acusa al jefe de Estado, pero el Senado decide la vacancia. Y el Ejecutivo solo puede disolver diputados. ¿Es posible avanzar en este camino con un amplio consenso?
Igualmente pensar, imaginar, las reformas tributaria y laboral que hoy parecen imposibles en medio de la polarización, podría significar una reconstrucción de la política en los mejores términos. Un debate nacional sobre si se debe reducir o aumentar impuestos, o si se debe simplificar todos los sistemas tributarios en dos, muy sencillos, sería como revalorar la política nacional.
Imaginemos que los medios de comunicación que hoy participan de la polarización política tuvieran la misma energía y decisión para promover estos debates. Asimismo, la idea de una reforma que liberalice los contratos de trabajo –tal como sucede en los países desarrollados que han alcanzado el pleno empleo– y derogue todos los decretos laborales promulgados por Castillo, que fomentan la guerra entre trabajadores y empresarios, sería como echar bálsamo a heridas sangrantes.
¿Qué pretendemos señalar? Qué paradójicamente la única manera de salvar la política, que hoy lo destruye todo, pasa por abrir nuevos espacios de debate alrededor del crecimiento, la inversión, la reducción de pobreza y la preservación de los avances sociales. La polarización política es tan destructiva que no percibimos que antes de la pandemia el modelo había logrado reducir la pobreza a solo el 20% de la población. Después del gobierno de Castillo este flagelo social se acerca dramáticamente al 30% de la población. Es decir, casi la mitad de la pobreza que había en el Perú antes de las reformas de los años noventa.
Desarrollar ideas sobre cómo avanzar en la reforma de la educación, cómo concretar la reforma de la salud, cómo desburocratizar el Estado de una vez por todas y cómo relanzar las inversiones en infraestructuras hoy parece imposible, en una sociedad enferma por la polarización. Igualmente, con un Ejecutivo y Congreso con altas desaprobaciones todo parece imposible. Sin embargo, el país no tiene otra salida, es la única manera de construir y salir al frente de la destrucción. En cualquier caso, la próxima campaña electoral debería convertirse en el escenario ideal para avanzar en este camino.
TOMADO DE: El Montonero