NETANYAHU REITERA A BLINKEN SU INTENCIÓN DE INVADIR RAFAH
Israel reiteró ayer viernes (22.03.2024) su intención seguir adelante con su operación militar en Rafah, en el extremo sur de la Franja de Gaza, donde, según dijo su embajador ante la ONU, Gilad Erdan, quedan «8.000 terroristas» de Hamás ocultos en la ciudad.
Según las autoridades israelíes, en el sur de la Franja de Gaza hay ocho mil terroristas de Hamás que esperan eliminar con o sin la ayuda de EE.UU.
Erdan se dirigió a los miembros del Consejo de Seguridad, precisamente después de que la mayoría de ellos hubieran pedido expresamente que no lleve a cabo esa operación por la gran acumulación de civiles palestinos en esa ciudad que no tienen a donde ir.
Por otra parte, Erdan negó que en Gaza exista hambruna, y dijo que los informes de la ONU que aseguran que 1,1 millón de gazatíes están ya a punto de caer en ella son «narrativas difamatorias», producto de «una herramienta de la propaganda de Hamás que la ONU ha optado por hacer suya».
Por otra parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, insistió también en su reunión con el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, sobre su intención de expandir su ofensiva militar a Rafah.
«Hoy me reuní con el secretario de Estado de EE.UU. Le dije que aprecio mucho que durante más de cinco meses hayamos estado juntos en la guerra contra Hamás y que reconocemos la necesidad de evacuar a la población civil de las zonas de guerra y, por supuesto, atender las necesidades humanitarias. Estamos trabajando en ello», afirmó Netanyahu en un videomensaje donde también agregó: «(le) dije que no podíamos vencer a Hamás sin entrar a Rafah y sin eliminar los batallones que siguen ahí. Le dije que esperaba hacerlo con el apoyo de Estados Unidos, pero si es necesario, lo haremos solos», reportó el mandatario istraelí.
Blinken llegó esta mañana a Tel Aviv en su sexta gira por Oriente Medio desde que comenzó la guerra en la Franja para impulsar un acuerdo de tregua y de intercambio de rehenes por presos palestinos, además de permitir la entrada de más ayuda humanitaria al enclave, donde la mitad de la población está en riesgo de hambruna inminente.