EL PREOCUPANTE ANTISEMITISMO DE LAS UNIVERSIDADES ESTADOUNIDENSES
En las últimas semanas los jóvenes estudiantes de las universidades de Estados Unidos, incluyendo las prestigiosas de la Yvy League, desarrollaron violentas manifestaciones en apoyo al pueblo palestino y en contra de las intervenciones militares en la Franja de Gaza de parte del Estado de Israel y las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). La argumentación de los estudiantes radicalizados es extremadamente efectista: protestan ante las bajas civiles –que lamentablemente incluyen mujeres y niños– de los bombardeos e incursiones militares israelíes.
Izquierda neocomunista mundial ataca Occidente desde adentro
Sin embargo, en el razonamiento de los manifestantes no cuenta para nada los delitos de lesa humanidad cometidos por Hamás el 7 de octubre del año pasado, cuando el mencionado ejército terrorista del fundamentalismo ingresó a los asentamientos civiles israelíes y asesinó a todos los humanos que poblaban la zona. Se violó y asesinó a mujeres enfrente de sus esposos e hijos, y luego se procedió a liquidar a los sobrevivientes. Los ancianos y niños eran ametrallados por igual e, incluso, los fetos eran arrancados de los vientres de las mujeres embarazadas delante de todos sus familiares. Los hombres y soldados que eran capturados vivos eran decapitados, tal como se registra en los videos propalados. Y finalmente, mujeres, ancianos y bebés fueron secuestrados como rehenes de guerra.
¿Qué haría usted para defender a su pueblo y su familia de este ataque de lesa humanidad (que encaja perfectamente en la tipicidad de este delito en las convenciones del planeta)? Es evidente que el Estado israelí no puede detener su ofensiva militar a menos que Hamás sea completamente derrotado. De lo contrario, estaría aceptando que el pueblo hebreo puede ser masacrado, tal como sucedía en los campos de concentración nazi.
Es hora de señalar con absoluta claridad que el Estado de Israel es la representación de Occidente en el Medio Oriente y que el fundamentalismo chiíta del régimen de Irán –de Hamás, de Hezbollah y los Hutíes en Yemén– busca la eliminación de Occidente y de las tradiciones judeocristianas en esta convulsa región del planeta. Es hora de señalar también que Hamás es el peor enemigo del pueblo palestino y que casi será imposible instalar el Estado palestino –tal como lo desean todos los hombres de buena voluntad en el mundo– a menos que se conjure la amenaza del fundamentalismo islámico. Esta verdad es tan evidente que hasta Arabia Saudita y Jordania, dos países islámicos sunitas, se han aliado con el Estado hebreo para detener la ofensiva delirante de Irán en contra de Israel.
Por otro lado, cabe señalar algo categóricamente: el único lugar en donde se respetan los derechos humanos, se persiguen los delitos de lesa humanidad y se practica la tolerancia racial y cultural es en las sociedades occidentales a través de sus estados de derecho. Si el Estado de Israel es derrotado, las corrientes del fundamentalismo –mimetizadas en la migración islámica– intentarán quebrar los estados de derecho en Occidente, tal como empieza a suceder en Europa.
La defensa del Estado de Israel es, pues, la defensa de la libertad, de los sistemas republicanos, de los estados de derecho y de los derechos humanos en general. Los argumentos antisemitas son efectistas y eluden la responsabilidad de condenar al terrorismo islámico.
A nuestro entender, paradójicamente, el futuro del pueblo palestino, la pluralidad en el mundo árabe e islámico y todas las formas de tolerancia están asociados a la defensa del Estado de Israel y las tradiciones libertarias de Occidente en el Medio Oriente.
TOMADO DE: El Montonero