Durante su participación en Simposio – XV Encuentro Internacional de Minería, organizado por la Sociedad Nacional de Minería y Petróleo, Julio Velarde, presidente del Banco Central de Reserva (BCR), criticó el populismo del Congreso en las decisiones económicas y señaló que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) no tiene “la capacidad de discrepar u oponerse a las decisiones del Legislativo”.
El BCR señala que el sector Economía es débil frente al Congreso
En el acto, José Arista, titular del sector, solicitó que el BCR acepte la propuesta del MEF de reducir las tasas de interés para que ambas entidades puedan trabajar juntos. Sin embargo, vale señalar que el titular del BCR no se equivoca cuando, de una u otra manera, nos señala que el MEF se ha debilitado ante el Congreso.
Al respecto, vale señalar, por ejemplo, que el Legislativo lanzó una bomba nuclear en contra del modelo económico aprobando el sétimo retiro de las cuentas individuales del sistema privado de pensiones. Una medida sin ninguna justificación económica –solo alentada por el populismo y la intención de algunos de degradar los títulos y acciones de las administradoras de pensiones– que significará que alrededor de nueve millones de peruanos se queden sin pensiones. El MEF ni siquiera planteó observar una ley que todos los gobiernos bolivarianos de la región celebrarían, porque destruye el sistema privado y prepara la estatización del mismo.
Es evidente, pues, que el MEF hoy ya no es el despacho técnico y con poder político de antes. Otro ejemplo es el silencio del Ejecutivo frente a las normas laborales promulgadas por Castillo que prohíben la tercerización laboral, que fomentan la sindicalización artificial y liberalizan el ejercicio del derecho a huelga con el claro objeto de promover el enfrentamiento de trabajadores y empresarios.
Sin embargo, en lo que el actual MEF comienza a mostrar todas las costuras difíciles de explicar es en el manejo del déficit fiscal. En el 2023 el déficit llegó al 2.8% del PBI, no obstante que se proyectó 2.4%. Para este año se proyectaba 2%, pero el MEF ha solicitado ampliar la trayectoria fiscal al 2.5%. Es evidente que a estos resultados contribuye la caída de la recaudación que desencadenó la recesión del año pasado. Sin embargo, desde el gobierno de Castillo, pasando por todas las gestiones del MEF durante el gobierno de Dina Boluarte, Petroperú se ha convertido en una fuente se sangría de recursos fiscales que, en gran parte, explican que el Perú haya perdido el control del déficit luego de tres décadas de modelo económico exitoso.
Es incuestionable que, desde el gobierno colectivista de Pedro Castillo el MEF se ha convertido en un ministerio que avanza de acuerdo con los humores de la política y de las mayorías del Congreso. Cuando Castillo promovía la constituyente y la nacionalización de los recursos naturales se convertía en el peor enemigo del modelo. En este contexto, el papel del MEF nunca sería el mismo de antes. Igualmente, luego de la sucesión presidencial y la instalación del gobierno de izquierda de Dina Boluarte, el MEF comenzó a desaparecer frente a los arrestos populistas del Legislativo.
Muy por el contrario, la voluntad de seguir con los rescates indiscriminados de Petroperú nos revela que el MEF no solo ha perdido fuerza política, sino que parece haberse pasado a una orilla diferente.