DESTACADASGEOPOLITICAOPINIÓN

GLORIA AL BRAVO PUEBLO

Por: Luis Gonzales Posada.

Desesperado ante su inminente derrota, el dictador Nicolás Maduro aprieta los afilados y gruesos grilletes de la represión. Para hacerlo, expulsaron de Venezuela a una delegación de 10 senadores y diputados españoles; impidieron la salida de un vuelo de Panamá a Caracas, que transportaba 150 pasajeros, entre ellos los ex presidentes de México, Vicente Fox; de Bolivia, Jorge Quiroga; de Panamá, Mireya Moscoso; de Costa Rica, Miguel Ángel Rodríguez y a la ex vicepresidenta de Colombia, María Luisa Ramírez.

Inclusive, una brigada del siniestro Servicio de Contrainteligencia Bolivariano (Sebin) fue al hotel, apresó y expulsó del país al parlamentario de VOX, Vicente González, que había ingresado como turista, así como al diputado paraguayo Vicente Viana y a un sacerdote que lo acompañaba.

Legisladores de Argentina y Chile también fueron vetados, al igual que el ex mandatario Mauricio Macri. La patraña electoral del chavismo incluye la invitación, en calidad de observadores, de representantes de las dictaduras de Rusia, China, Cuba, Nicaragua, Irán y Corea del Norte, además del ex presidente del Gobierno de España, el inmoral mercenario José Luis Rodríguez Zapatero.

Ese es el lúgubre escenario de una votación que tiene implicancias que desbordan el espacio territorial venezolano y pueden reconfigurar la geopolítica del hemisferio.

Es una batalla entre democracia y dictadura; entre el respeto a los derechos humanos y su arrasamiento; entre economía de mercado y estatismo; entre un sistema gubernamental producto de elecciones libres y otro de origen espurio; entre un esquema sustentado en la división y autonomía de los organismos públicos y otro que los somete, porque en Venezuela el Ejecutivo controla la Asamblea Nacional, Poder Judicial, Fiscalía, Contraloría y Defensoría del Pueblo.

Mas aún, es la confrontación entre quienes mantienen en su ámbito institucional a las fuerzas armadas y policiales y quienes las utilizan perversamente para reprimir a la población, incluyendo la comisión de torturas y asesinatos.

Y, asimismo, es una batalla entre honestidad y corrupción. Todo lo dicho está en juego las próximas horas, así como el deseo fervoroso de 8 millones de seres humanos desarraigados, que añoran volver a su patria, encontrarse con sus familias y vivir en paz.

Este domingo Maria Corina Machado, González Urrutia y millones de llaneros cantarán con intensidad y emoción su himno patrio: “Gloria al bravo pueblo que al yugo lanzó, la ley respetando, la virtud y honor. ¡Abajo cadenas!, gritaba el Señor y el pobre en su choza, libertad pidió “.

Y con ellos también entonaremos su himno todos los ciudadanos que hacemos de la libertad y la democracia un acto de fe.

Agregue un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *