BOLIVIA: «Está destruida y en manos de caudillos corruptos e ignorantes”
Evo Morales llegó a La Paz con 15 mil de sus seguidores para que exigir su habilitación como candidato a la Presidencia. Analistas no descartan que ambos personajes disputen el poder en una lucha armada fratricida
“Morales y Arce son ‘tumores’ en el sistema; ellos reflejan la corrupción y la incapacidad. Su ideología socialista y chavista no funcionó ni puede funcionar y ahora obligan a que miles de compatriotas huyan a Perú, Chile o Argentina…”
Rodrigo Zogbi.
Mientras los sectores democráticos responsabilizan a socialistas y chavistas de ser los causantes de la profunda crisis económica y social, la autodenominada “Marcha para salvar a Bolivia”, liderada por Evo Morales, llegó ayer a La Paz, tras siete días de recorrido.
“El escenario que se vive en el país es el de una lucha intestina por el poder entre caudillos corruptos e ignorantes: Los simpatizantes de Evo Morales presionan al actual gobernante, Luis Arce Catacora, para que solucione la crisis económica y le exigen que el caudillo cocalero sea habilitado como candidato para las elecciones de 2025”, según analistas.
El ingreso de los seguidores de Morales se extiende después de que el domingo se registrara una jornada de violentos choques entre los bandos. Lo que puede ocurrir en el país es de pronóstico reservado sin descartar una guerra civil.
“Ambos personajes son un ‘tumor’ en el sistema. Su persistencia es un reflejo de la corrupción y la incapacidad de un sistema político socialista que no funcionó ni puede funcionar. Es hora de impulsar nuevos liderazgos y partidos políticos modernos”, señaló el analista Rodrigo Zogbi.
Desde diversos frentes sociales se levantan voces para que Morales, Arce y sus cómplices sean encarcelados por aplicar “el socialismo que han destruido el país. No podemos seguir en manos de ignorantes”, es el llamado que hacen los influencers en las redes sociales.
La protesta inició hace una semana contra el también chavista Luis Arce, que por 13 años (2006-2019) fue ministro de Economía de Morales Ayma, y que ahora se enfrentan por la nominación presidencial.
El país está dividido
El domingo, en un mensaje televisado, Arce advirtió a su adversario que no le daría «gusto de una guerra civil”, tras los enfrentamientos con piedras, palos y tacos de dinamita entre manifestantes que dejaron cerca de 40 heridos, según la policía.
«Venimos a defender la democracia para que cumpla su mandato el hermano presidente. No queremos que sea perjudicado. Está viniendo el grupo del hermano Evo Morales a perjudicar», dijo a la prensa Lourdes Calizaya, dirigente del Consejo de las Federaciones Campesinas de los Yungas.
Los marchantes, unos 15 mil según Morales, tenían previsto concentrarse en la plaza principal de La Paz, tras haber recorrido unos 190 kilómetros por el altiplano boliviano.
«Nuestra marcha es para decir basta de corrupción, de un gobierno de familias, de encubrimiento al narcotráfico, de destrucción de la economía del pueblo y de ataque a nuestras organizaciones sociales», escribió Morales en sus redes sociales.
Sin embargo, a los caudillos muy poco les importa que sus compatriotas sufren por la falta de combustibles, alimentos y divisas para realizar sus transacciones económicas, y mucho menos que miles de ellos busquen sobrevivir en países vecinos, principalmente Perú, Chile y Argentina.
El socialismo acabó con las riquezas
Bolivia, un país rico en gas y recursos de litio -el mineral clave en la transición hacia energías limpias-, enfrenta desde el año pasado escasez de combustible y de dólares. Ante la caída de las ventas de gas al exterior, asociada al declive de la producción por falta de inversión en la industria, el país redujo las importaciones del combustible que distribuye a precio subsidiado.
Arce ha echado mano de las reservas internacionales para mantener los subsidios, lo que a su vez ha desencadenado en una falta de dólares y la devaluación del peso boliviano.
El trasfondo de la pelea es el poder