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OPINIÓN/ Formando nuevos líderes y el CARA que traspasa las fronteras

Escribe: Julio Cáceres Arce

Presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Arequipa

el Congreso Anual Región Arequipa representa una oportunidad invaluable para construir un futuro mejor para todos los arequipeños. Su papel integrador y formador es esencial para enfrentar los desafíos actuales y futuros.

El Congreso Anual Región Arequipa (CARA) se ha consolidado como un espacio vital para el diálogo y la reflexión sobre el presente y futuro de este territorio, abordando las diversas problemáticas que afectan a la región. Recientemente, CARA presentó su Memoria 2024, un documento que resume sus logros y actividades, destacando la participación de figuras clave como Lucía Urteaga, Nicolás Ramírez del Villar, Macarena Ramírez del Villar y Luciana Rodríguez. Este congreso debe ser analizado desde dos perspectivas: su rol integrador en la sociedad arequipeña y su impacto interno en los miembros de su comisión organizadora.

Desde su inicio, CARA ha sido un espacio de reconciliación en una Arequipa marcada por divisiones. La necesidad de construir puentes entre diferentes sectores sociales era urgente, y este congreso respondió a esta demanda. Su misión evolucionó para incluir la creación de espacios de prospectiva que involucran a diversos públicos, desde jóvenes hasta ejecutivos y educadores. Estos encuentros permiten identificar las necesidades actuales y explorar soluciones para el futuro, fomentando una cultura de colaboración y proactividad en la región.

Sin embargo, quizás la contribución más significativa de CARA radica en su capacidad para formar líderes jóvenes. Este congreso actúa como una verdadera escuela de liderazgo social, donde se cultivan habilidades esenciales para enfrentar los desafíos contemporáneos. Los participantes no solo adquieren conocimientos técnicos, sino que también desarrollan una sensibilidad hacia las problemáticas sociales y ambientales que afectan a Arequipa. Este enfoque integral asegura que los futuros líderes estén equipados para abordar las complejidades del entorno en el que operan.

A lo largo de sus diecisiete años de existencia, CARA demostró que la reinvención constante es clave para mantenerse relevante. Pasó de ser un evento singular a convertirse en un referente en la producción de información útil para la gestión pública y privada en Arequipa. Este proceso de transformación refleja un compromiso con la evolución y adaptación a las necesidades cambiantes de la sociedad.

En este contexto, el CARA no solo se presenta como un foro de discusión, sino como un motor de cambio que impulsa el desarrollo sostenible en la región. La colaboración entre el sector empresarial, la sociedad civil y el gobierno es fundamental para resolver los problemas locales. En este sentido, CARA actúa como un catalizador que fomenta la valentía y de

terminación necesarias para identificar y aprovechar las potencialidades de Arequipa.
Durante este tiempo, el CARA desarrolló algunas estrategias para alcanzar sus objetivos, como la generación de espacios de diálogo inclusivo, el fomento de la participación ciudadana, capacitación y formación de jóvenes líderes, desarrollo de proyectos colaborativos, celebración de actividades culturales, enfoques en la sostenibilidad y la construcción de confianza entre los diferentes actores sociales.

La visión optimista sobre el futuro económico y social de Arequipa se ve reforzada por iniciativas como CARA, con la posibilidad de crecimiento sostenido que depende del trabajo conjunto entre todos los involucrados. La historia nos enseña que cuando se unen esfuerzos, se pueden lograr resultados significativos. En este sentido, el congreso es un ejemplo claro de cómo el diálogo puede transformar realidades.

Finalmente, recordando las palabras del prócer Mariano Melgar, quien afirmaba que «el amor a la patria es la llama que enciende el temple del héroe», es fundamental encender esa llama en nuestros corazones y mentes. La defensa de nuestros valores fundamentales—la libertad, la democracia y el estado de derecho—debe ser una prioridad constante. El CARA no solo promueve estos ideales, sino que también nos invita a ser parte activa en su preservación.

En conclusión, el Congreso Anual Región Arequipa representa una oportunidad invaluable para construir un futuro mejor para todos los arequipeños. Su papel integrador y formador es esencial para enfrentar los desafíos actuales y futuros. Al continuar fomentando el diálogo y el liderazgo responsable, estamos asegurando un legado positivo para las próximas generaciones y desde la Cámara de Comercio e Industria de Arequipa se reafirma ese compromiso en la formación de los líderes que tendrán en sus manos el destino del país.}

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