«¿Qué hicimos mal? No estamos relacionados con Hamás, Fatah ni ningún dirigente político. Sólo somos civiles, luchando por sobrevivir en las ruinas de nuestros hogares. De día, llevamos a nuestros hijos a los hospitales; de noche, duermen sobre los escombros. ¿Por qué nos ocurre esto? Estamos exhaustos, indefensos y olvidados», lamentó el hombre, desesperado.


La entrega de la ayuda humanitaria en los últimos días ha sido caótica.

«La matanza de civiles que acudieron en busca de ayuda alimentaria redoblará las críticas al controvertido nuevo sistema de distribución de ayuda en Gaza», analiza Jeremy Bowen, editor internacional de la BBC.
La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), un controvertido grupo respaldado por Israel y Estados Unidos que pretende sustituir a las agencias de la ONU y otras organizaciones, se ha hecho cargo recientemente de la distribución de ayuda.
El sistema de la GHF obliga a los civiles a acudir a centros de distribución situados en zonas bajo control militar israelí y atendidos por contratistas armados de seguridad estadounidenses.
Los palestinos se ven obligados a caminar largas distancias para recoger la ayuda y cargar con cajas de hasta 20 kg de peso.
El anterior sistema de la ONU entregaba la ayuda directamente en las comunidades, en 400 puntos repartidos por toda Gaza. También distribuía la ayuda basándose en un registro de la población, garantizando alimentos a todos.
El nuevo sistema parece funcionar por orden de llegada, lo que significa que los palestinos se concentran durante toda la noche para asegurarse un lugar al principio de la fila, y luego tienen que correr para recoger los suministros cuando el centro de ayuda abre horas más tarde.
«La GHF se puso en marcha después de que la prohibición total israelí de enviar alimentos y otro tipo de ayuda a Gaza dejara a toda la población en riesgo de hambruna, según la agencia que recopila datos sobre emergencias alimentarias en nombre de los países y de la ONU», señala Bowen.
Críticas internacionales
Organismos de la ONU y la comunidad internacional en general han criticado duramente a la GHF por «militarizar» la ayuda y crear un sistema contrario a los principios humanitarios.
«Ayer nos dijeron que viniéramos hoy. Llegué al punto de distribución de ayuda a las 5 de la mañana, con la esperanza de llevar comida y agua a nuestra familia», aseguró al servicio árabe otro testigo de los ataques.
«Nunca imaginé lo que vería allí: intensos bombardeos de aviones y tanques. Mi consejo a todos: no vayan al punto de distribución de ayuda», relató el hombre, que solo quiso identificarse como «M».


La Fundación Humanitaria de Gaza ha sido muy cuestionada por organizaciones internacionales.

En respuesta al incidente del martes, el grupo declaró que «aunque la distribución de la ayuda se ha llevado a cabo hoy de forma segura y sin incidentes en nuestro centro, tenemos entendido que las FDI están investigando si varios civiles resultaron heridos tras salirse del corredor de seguridad designado e internarse en una zona militar cerrada. Se trataba de una zona situada mucho más allá de nuestro lugar seguro de distribución y de nuestra zona de operaciones».
El responsable de derechos humanos de la ONU, Volker Türk, lamentó que «por tercer día consecutivo, han muerto personas en los alrededores de un lugar de distribución de ayuda».
«A los palestinos se les ha presentado la más sombría de las opciones: morir de inanición o arriesgarse a ser asesinados mientras intentan acceder a los escasos alimentos que se ponen a su disposición a través del mecanismo militarizado de ayuda humanitaria de Israel», declaró en un comunicado.
Durante el incidente del domingo, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) afirmó que su hospital de Rafah recibió «una afluencia masiva de víctimas», 21 de las cuales «fueron declaradas muertas a su llegada».
El ejército israelí declaró que los resultados de una investigación inicial indican que sus fuerzas no dispararon contra las personas que se encontraban cerca o dentro del centro de ayuda.
La GHF también negó las afirmaciones sobre heridos y víctimas en su centro y dijo que fueron difundidas por Hamás.
En un comunicado, el secretario general de la ONU, António Guterres, respondió al incidente del domingo y dijo estar consternado «por las informaciones de palestinos muertos y heridos mientras buscaban ayuda en Gaza».
«Pido una investigación inmediata e independiente de estos hechos y que los autores rindan cuentas».
Israel lanzó una campaña militar en Gaza en respuesta al ataque transfronterizo de Hamás del 7 de octubre de 2023, en el que murieron unas 1.200 personas y otras 251 fueron tomadas como rehenes.
Al menos 54.470 personas han muerto en Gaza desde entonces, 4.201 de ellas desde que Israel reanudara su ofensiva el 18 de marzo, según el Ministerio de Sanidad gazatí.
Los incidentes mortales en los centros de distribución de ayuda se producen en un momento en que los aliados cercanos de Israel, entre ellos Reino Unido, Francia y Canadá, «exigen grandes cambios en su conducta en Gaza», señala Jeremy Bowen.
Han amenazado con medidas concretas, muy probablemente sanciones y tal vez el reconocimiento de un Estado palestino, si Israel no pone fin a su última ofensiva.
TOMADO DE: https://www.bbc.com/mundo/articles/c4g2jwr45vjo