DESTACADASOPINIÓN

BICAMERALIDAD: HISTÓRICA DECISIÓN DEL CONGRESO

En una histórica votación, con una mayoría abrumadora de 90 votos, el Congreso aprobó el retorno a la bicameralidad que, no obstante formar parte de la llamada Constitución Histórica, fue derogada por la Constitución de 1993. Vale señalar que el unicameralismo, vigente hasta antes de esta reforma constitucional, durante más de dos décadas de democracia fue sinónimo de perpetua crisis política, de polarización y choque de los poderes Ejecutivo y Legislativo.

También se deroga prohibición de reelección parlamentaria

El bicameralismo tiene la virtud de perfeccionar el sistema de equilibrio de poderes. Por ejemplo, en los últimos años en el unicameralismo fue constante la disyuntiva entre vacancia presidencial o disolución del Congreso. Una disyuntiva que incluso llevó a Martín Vizcarra a perpetrar el golpe de Estado de septiembre de 2019, con la disolución inconstitucional del Legislativo. Allá está la famosa tesis de la “denegación fáctica de confianza”, una figura que no existe en la Constitución y que nunca podrá ser justificada constitucionalmente.
Muy por el contrario, en el bicameralismo, cuando se presenta la disyuntiva vacancia o disolución, el Ejecutivo solo puede disolver la Cámara de Diputados, y el Senado permanece como la asamblea legislativa. Por otro lado, cuando se tramita una vacancia presidencial, la cámara baja presenta la acusación y el Senado se convierte en el tribunal que resuelve. Es evidente que la existencia de la cámara alta atempera las colisiones entre los poderes.
Asimismo, cuando el Senado funciona como cámara revisora de las leyes aprobadas en Diputados, se evita que el Tribunal Constitucional se convierta –tal como ha venido sucediendo– en una cámara revisora de facto. De alguna manera, la necesidad de revisar y contrapesar las decisiones de la cámara única determinó que el Tribunal Constitucional y el Poder Judicial asumieran papeles de instancias revisoras de la legislación y las decisiones políticas del Legislativo.
Igualmente, creemos que la bicameralidad posibilitará el diálogo entre las generaciones para el desarrollo de los movimientos políticos, algo absolutamente inexistente en nuestro país, y también una de las causas de la actual fragmentación política. En este contexto, la posibilidad de formar partidos, construir proyectos de mediano y largo plazo, se refuerza de manera significativa por el diálogo entre las generaciones: los más jóvenes tenderán a postular a diputados; los más experimentados, al Senado. Aparte, claro está, de que los jefes de los partidos tendrán más posibilidades de desarrollar alianzas y convergencias porque la cámara alta se convertirá en una enorme posibilidad de representar.
Vale mencionar que otro de los acuerdos históricos en la votación de ayer en el Legislativo es la derogatoria de la absurda prohibición de la reelección de los parlamentarios, una medida que negaba cualquier posibilidad de formar una clase política estable y viable en el país. Luego de varios años del referendo que convocó Martín Vizcarra con el objeto de destruir el sistema democrático y debilitar a los partidos políticos, el Congreso aprueba las reformas constitucionales de la bicameralidad y de la posibilidad de la reelección parlamentaria. Una enorme noticia para el sistema republicano en el Perú que, en las últimas dos décadas se transformó en sinónimo de crisis política y polarización institucional. Una situación que fue erosionando la salud democrática de la sociedad, a tal extremo que, en las últimas elecciones nacionales, se eligió a Pedro Castillo, el peor candidato de nuestra historia republicana.
A pesar de todos los errores cometidos por los miembros de este Congreso –que deben ser investigados y censurados–, el Congreso actual ha alcanzado un gigantesco logro en la reforma política e institucional, estableciendo la bicameralidad y la posibilidad de la reelección parlamentaria.
TOMADO DE: El Montonero

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *