BUKELE BARRIÓ EN ELECCIÓN PRESIDENCIAL CON MÁS DEL 85% DE LOS VOTOS
Ex alcalde de San Salvador, publicista de profesión y con 42 años de edad, Nayib Armando Bukele Ortez, logró reelegirse como presidente de El Salvador al convertirse en ganador de las elecciones generales celebradas este domingo, “con más del 85 % de los votos”, según publicó en la red social X, y dijo que se trata de un “récord en toda la historia democrática del mundo”.
“El Salvador estaba con metástasis, pero hicimos cirugía, estamos en radioterapia, y vamos a salir sanos ya sin el cáncer de las pandillas”
La mayoría de los centros de votación instalados en El Salvador para las elecciones presidenciales y legislativas que se celebraron ayer domingo cerraron a las 17.00 horas, dando paso al inicio del recuento de unos comicios en los que el actual mandatario, Nayib Bukele, se presenta a la reelección, a pesar de que la Constitución no lo permite.
Las 1.595 mesas de votación, instaladas en su mayoría en centros educativos, cerraron sus puertas si bien en algunos lugares seguían llegando ciudadanos con la intención de sufragar.
Unos 6,2 millones de salvadoreños (740.000 en el exterior), estaban convocados para votar en estos comicios, que se celebran bajo el régimen de excepción decretado el 27 marzo de 2022 por el presidente Bukele, algo que no sucedía desde que acabó la guerra civil en 1992.
Poco antes de que cerraran las urnas a las 23H00 GMT, el mandatario elogió en conferencia de prensa su “guerra” antipandillas que convirtió al “país más peligroso del mundo en el país más seguro del hemisferio occidental”.
“El Salvador estaba con metástasis, pero hicimos cirugía, estamos en radioterapia, y vamos a salir sanos ya sin el cáncer de las pandillas”, manifestó el mandatario, de gorra blanca, jeans y camisa celeste, color de su partido Nuevas Ideas.
Bukele impuso un estado de excepción que suma casi 76.000 detenidos
Tras un sangriento fin de semana en marzo de 2022 con 87 muertos, Bukele impuso un estado de excepción que suma casi 76.000 detenidos y redujo a mínimos históricos los asesinatos (oficialmente 2,4 por cada 100.000 habitantes en 2023) en el que antes fue el país con mayor índice de violencia criminal del mundo.
Pero organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch denuncian arrestos arbitrarios, torturas y muertes en prisión. Unas 7.000 personas inocentes fueron liberadas, pero muchos siguen encarcelados sin poder comunicarse con sus familiares.
El mandatario defendió que El Salvador tenga la tasa de encarcelamiento más alta del planeta y afirmó que todas las policías cometen “errores” al detener inocentes.
El Salvador “jamás tuvo democracia”
Como se sabe, con una abrumadora popularidad del 90% previo a los comicios, no tuvo adversarios de peso que amenazaran su segundo mandato, por lo que pidió votos para el Congreso de 60 escaños, donde espera mantener la super mayoría calificada.
El presidente, de ascendencia palestina y quien se burla de sus críticos que le llaman “dictador”, controla, además del parlamento, la justicia y el resto del aparato estatal.
“Nosotros no estamos sustituyendo la democracia, porque El Salvador jamás tuvo democracia, por primera vez en la historia (es ahora) que El Salvador tiene democracia, y no lo digo yo, lo dice el pueblo”, aseguró.
Magistrados renovados por ese Congreso interpretaron la Constitución a su favor y, pese a estar prohibida la reelección, le permitieron postularse de nuevo, lo que analistas y opositores consideran inconstitucional.
“No creo que una reforma electoral sea necesaria”, dijo Bukele, el presidente más popular de América Latina según una encuesta regional, sobre su reelección y un eventual tercer mandato.
La oposición está en serios aprietos. Sus cinco candidatos apenas aparecieron en las encuestas, incluidos el del izquierdista Frente Farabundo Martí (FMLN), Manuel Flores, y de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), Joel Sánchez.
Bukele “tendrá suficiente tiempo para consolidar una dinámica de partido hegemónico”, comentó el politólogo Álvaro Artiga, de la Universidad Centroamericana (UCA).
Bukele voto al ritmo de canciones y fuegos artificiales
El presidente de El Salvador y candidato a la reelección, Nayib Bukele, acudió a votar este domingo 4 de febrero con el espectáculo esperado: fuegos artificiales, vítores de seguidores y un batallón de youtubers retransmitiendo su llegada, mientras sonaba “Es el fin del mundo como lo conocemos, y me siento bien”.
Con los fuegos artificiales desprendiendo humo celeste -el color de su partido Nuevas Ideas (NI)-, seguidores de la formación uniformados lanzando vivas a Bukele y los votantes allí arremolinados sacando entre empujones sus teléfonos móviles para inmortalizarlo, aquello parecía más un mitin electoral o un concierto de rock que el acto de un candidato depositando su voto.
Pero Bukele, antiguo publicista, conoce como pocos el poder de la comunicación, mostrándose al mundo como un mandatario moderno (le acompañaba su distintiva gorra blanca), pero implacable, escoltado por decenas de miembros de las fuerzas de seguridad.
“Es el fin del mundo como lo conocemos / y me siento bien”.
La canción elegida para acompañarle en su camino a las urnas tampoco fue casual: “It’s the end of the world as we know it (and I feel fine)”, de R.E.M. Bukele terminó durante su legislatura con ese El Salvador conocido por todos, el de la violencia de las pandillas, pasando, dice, a convertirse en el país más seguro de Latinoamérica.
Como reza la letra, todo comenzó con un “terremoto”, o en el caso del país centroamericano, con la imposición hace casi dos años de un régimen de excepción que limitó las libertades y encerró en masa a unas 75.000 personas, tanto pandilleros como inocentes.
Y quedó satisfecho con el logro, como repite el estribillo: “Es el fin del mundo como lo conocemos / y me siento bien”.
El papel de los youtubers