Anualmente se consume en Perú más de 30 millones de toneladas de caliza al año cuyo uso principal es la producción de cemento, informó Yurbi Farro, jefe de Control de Calidad en Cementos Inka.
Durante la última edición de ‘Jueves Minero’ (cuyo tema central giró en torno a la valoración de las calizas en la exploración minera y la geología) Farro indicó que del consumo total de caliza que se registra en el país cada año, entre 12 y 14 millones de toneladas son utilizadas en la producción de cemento.
Dijo que a escala mundial, el 60% de la caliza es utilizada para la producción de cemento, 20% para la siderurgia y un porcentaje similar para la minería. “En la minería está en el reactivo, la cal, el cual contribuye en temas de flotación y extracción de diferentes minerales, metálicos y no metálicos”.
Durante el evento (que es organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú), indicó que China es el principal productor y consumidor de cemento a nivel global. “En el mundo la producción bordea los 420 mil millones (de toneladas) de cemento, teniendo en cuenta que para producir cemento se necesita la materia prima denominada clínker, un mineral artificial que requiere de caliza. Más o menos la relación es de 1,5 toneladas de caliza para producir una tonelada de clínker”, dijo.
Por su parte Víctor Gobitz, presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), dijo que es fundamental que comprender la geología y las calizas a fin de realizar labores de exploración y operación de los yacimientos que se encuentran en la sierra central y norte del Perú.
“Entender la geología calcaría, en este caso de Pukará, es clave. Desde el punto de vista minero, es la génesis del yacimiento y eso lo usamos como una guía. Siempre en la exploración minera, entender la secuencia de formación del yacimiento, tener una hipótesis sobre la génesis, es clave”, explicó.
A su turno, César Chacaltana, geólogo especialista en bioestratigrafía en el Ingemmet, consideró que hablar de calizas es hablar de paleontología. Y como disciplina científica, la paleontología se divide en paleontogénesis (qué lo genera) y la paleontografía (cómo lo describe).
“En conclusión, hablar de paleontología es hablar de calidad de vida porque nos proporciona la materia que nos va a permitir condiciones de conocimiento y condiciones de una mejor participación en la sociedad también”, concluyó.