El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, se libró (al menos por el momento) de la orden de detención que pesaba en su contra, luego que las autoridades de ese país cancelaran las operaciones que se llevaban adelante para aprehenderlo e interrogarlo sobre los motivos por los cuales decretó la cuestionada ley marcial.
“Un portavoz de la Oficina para las Investigaciones de Corrupción de Funcionarios de Alto Rango (CIO por sus siglas en inglés) informó que la operación se canceló hacia las 13.30 hora local (4.30 GMT), después de que 20 agentes de este organismo y 80 policías se encararan durante tres o cuatro horas con el servicio de seguridad presidencial, que se ha negado a facilitar el acceso al interior de la vivienda”, informó EFE.
Un funcionario del CIO dijo a la agencia Yonhap, que “el servicio de seguridad presidencial formó varios perímetros con unos 200 efectivos que detuvieron a los investigadores a unos 200 metros de la residencia”.
“Tras superar un primer control militar en el perímetro del recinto, el equipo de agentes del CIO y policía se encaró con el servicio de seguridad presidencial, que se negó a aceptar como válidas las órdenes de arresto temporal y registro obtenidas el martes después de que Yoon ignorara tres citaciones para declarar en relación a su decisión de decretar la ley marcial el pasado 3 de diciembre”, precisó la agencia de noticias EFE.
Debido a este incidente, las autoridades han citado para mañana al jefe del servicio de seguridad presidencial, Park Jong-joon, a quien se le investiga por el supuesto delito de obstrucción de labores oficiales.
«En cuanto a la ejecución de la orden de arresto hoy, ante el punto muerto persistente, hemos determinado que era virtualmente imposible ejecutarla y estábamos preocupados por la seguridad de las personas sobre el terreno debido a la obstrucción para ejecutarla», explicó el portavoz del CIO, quien adelantó que se están estudiando otras medidas.