¿CUÁL ES EL FUTURO DE LA INFRASTRUCTURA PORTUARIA DE AMÉRICA LATINA?
Los puertos son infraestructura estratégica que impulsa el comercio internacional y a nivel de Latinoamérica los puertos de Panamá, Brasil, México, Colombia y Perú, con el Puerto del Callao, se ubican dentro del top 10, señala el reporte de Seguridad en Infraestructuras Portuarias de América Latina, elaborado y publicado por Prosegur Research.
el documento destaca que el transporte marítimo representa entre el 80 % y 90 % del volumen movilizado y 15 de los 20 puertos más importantes del mundo están en Asia.

En el Perú el movimiento de los puertos concentra el 91% del volumen total de exportaciones, de acuerdo al informe especial Planeamiento Estratégico de los Principales Puertos del Perú, publicado por la Revista Strategia de la PUCP.
En consecuencia, el transporte marítimo de mercancías es claramente un eslabón importante en la cadena de valor del traslado de bienes, y es por ello que la inversión de los países sudamericanos en modernización y expansión de sus puertos ante el aumento del comercio y la demanda de transporte marítimo en la región se ha incrementado.
Sin embargo, en línea con ello, crecen aquellos riesgos a los que se enfrenta este tipo de infraestructura.
Dicha materialización de amenazas supone un riesgo para los recursos, los trabajadores, y el espacio virtual que componen estas instalaciones. En ese sentido, los riesgos se clasifican de la siguiente manera:

1) Riesgos políticos y económicos
Por su actividad, los puertos están vinculados a cuestiones internacionales. Por un lado, las relaciones diplomáticas entre el país gestor de un puerto y el país del que proceden embarcaciones o mercancías que llegan a dicho puerto son esenciales para el tránsito marítimo.
Así, los conflictos bélicos ocurridos a lo largo del mundo también inciden sobre los puertos ubicados en América Latina, a pesar de que ningún país de la región está directamente involucrado en estos.
Ejemplo de ello es la guerra en Ucrania, con la subida de los precios de numerosos productos, la acumulación de contenedores en los puertos, y el daño causado a mercancías perecederas, lo que conlleva severas pérdidas económicas para las empresas y crisis de desabastecimiento y carestía de determinados productos
2) Riesgos sociales
El activismo es la principal amenaza social para el funcionamiento del puerto, puesto que el desarrollo de movilizaciones sociales en torno a los estratégicos es habitual en Latinoamérica.
Países como Perú, Ecuador, Colombia y Brasil han visto en la última década sus actividades portuarias paralizadas por el levantamiento de barricadas en torno a estas infraestructuras coincidiendo con reivindicaciones antigubernamentales.
3) Riesgos tecnológicos
La creciente digitalización en la logística se extiende tanto a los medios de transporte como a las localizaciones de transición de la mercancía, donde se encuentra la infraestructura portuaria, lo que requiere la especialización de la mano de obra, así como la adaptación de las infraestructuras para que estas soporten la sofisticación digital.
Por una parte, los puertos pueden configurarse como objetivo directo de cualquier ciberataque dirigido directamente contra los países en los que estos se encuentren o contra entidades multinacionales expuestas a ser ciberatacadas por la repercusión internacional de sus actividades.
Por otro lado, la información crítica que se alberga en los puertos y la cantidad de datos que disponen los dispositivos digitales de las instalaciones expone a los puertos a la actividad cibercriminal de grupos organizados o individuos que posteriormente busquen enriquecerse con dicha información.
De acuerdo con Cepal, la incidencia de ciberataques sobre puertos en Latinoamérica es muy alta, y en los últimos 8 años ha crecido en 175 %.
4) Riesgos del entorno
Los puertos están especialmente expuestos a las incidencias climáticas. La infraestructura portuaria debe adaptarse a las eventualidades de la localización en la que esté fijada.
En el caso de Latinoamérica, la incidencia de este tipo de riesgos climáticos afecta de forma distinta dependiendo del lugar costero en el que se encuentre. Los desastres naturales de mayor afectación en la zona son: tormentas tropicales y huracanes; la temporada de lluvias; el fenómeno del Niño, en Perú y Ecuador; y los sismos y el cinturón de fuego.
