DEMOCRACIA Y PAZ PARA LAS PRÓXIMAS GENERACIONES
Escribe: Caterina Zadra
la democracia regula la visión del mundo entre diferentes posiciones, dando voz a la mayoría, evitando el totalitarismo. Además, los datos indican que la prosperidad generalizada y la seguridad civil son resultados exclusivamente democráticos.
Bajo la presidencia de Letonia en el Consejo de Ministros del Consejo de Europa, hoy se inauguró el Foro Mundial por la Democracia 2023 en Estrasburgo. El evento, previsto desde el lunes 6 al miércoles 8 de noviembre, reunirá a intelectuales, políticos, activistas, expertos y jóvenes de en todo el mundo para discutir cómo la democracia puede ofrecer mejores garantías de paz. El tema de este año es “¿Democracia = Paz?”, una pregunta muy oportuna en un momento en que la guerra ha regresado al continente europeo y al Medio Oriente.
En la ceremonia de bienvenida, la Secretaria General del Consejo de Europa, Marija Pejčinović Burić, dijo: “Creo en la democracia. Creer en la democracia significa creer en la apertura, la transparencia y el debate. Por lo tanto, debemos preguntarnos no sólo si la democracia equivale a paz, sino si sigue siendo tan eficaz para garantizar la paz como lo fue en el pasado. Y si no, ¿por qué no y qué podemos hacer al respecto? El futuro de la democracia les pertenece a ustedes, jóvenes. Por lo tanto, sus conocimientos y experiencia son esenciales para decidir cómo avanzar juntos y asegurar el futuro pacífico que todos deseamos”.
El programa de la edición 2023 incluye debates sobre los temas de paz, construcción y transición democrática, seguridad internacional y búsqueda de la verdad en los conflictos.
El Foro Mundial para la Democracia es una plataforma única para que los tomadores de decisiones políticas y los activistas debatan soluciones a desafíos clave para las democracias en todo el mundo. Al identificar y analizar iniciativas y prácticas experimentales, el Foro destaca y fomenta las innovaciones democráticas a nivel de base y su transferencia a nivel sistémico para fortalecer los cimientos de las sociedades democráticas, contibuyendo a la evolución de la democracia hacia estructuras e instituciones más participativas e inclusivas.
El Foro ha llegado a la 11° edicion organizada por el Consejo de Europa en colaboración con el Ayuntamiento de Estrasburgo, la Comunidad Europea de Alsacia, la Región del Gran Este y el Gobierno francés, organizando debates entre intelectuales, políticos, activistas, expertos y jóvenes de todo el mundo sobre cómo la democracia puede ofrecer mejores garantías de paz.
Nos preguntamos con fuerza: ¿está realmente en peligro la democracia? A medida que las desigualdades se vuelven más pronunciadas, la política se polariza y los gobiernos enfrentan nuevos desafíos como el cambio climático, las pandemias y la proliferación de nuevas tecnologías que funcionan más rápido que las reglas, se hace evidente un estado de crisis generalizada. Casualmente, el 6 de noviembre, fecha de inicio del Foro, se celebrará una ceremonia especial en el Muro de las Lamentaciones de Jerusalén para conmemorar el día 30 del bárbaro ataque terrorista de Hamás y la masacre del 7 de octubre, encendiendo 1.400 velas en memoria de las víctimas.
La política es responsable de “la toma de decisiones”, de tomar las mejores decisiones para la sociedad civil que representa. Creer en la democracia también significa creer firmemente en el conflicto de ideas.
Fue conmovedor el minuto de silencio en memoria de todos los civiles de los conflictos, en la inmensidad del salón de la Asamblea Parlamentaria. Fueron interesantes las importantes intervenciones y preguntas del público presente. La cuestión es cómo definir la democracia, la guerra y la paz a la luz de los acontecimientos y los rápidos cambios. Cuando civiles inocentes pierden la vida en ambos lados del conflicto, ¿Qué sucede después? El Coe (Consejo de Europa) se creó para evitar cualquier conflicto y garantizar la paz. Lo que no significa eliminar diferencias sino implementar compromisos entre diferentes puntos de vista.
Esto es paz: encontrar puntos de convergencia en la complejidad entre posiciones; Pensemos, por ejemplo, en el difícil equilibrio entre seguridad y libertad. La política es responsable de “la toma de decisiones”, de tomar las mejores decisiones para la sociedad civil que representa. Creer en la democracia también significa creer firmemente en el conflicto de ideas.
Ha habido muchos testimonios de territorios en evolución en los que la democracia sigue siendo un objetivo a alcanzar donde se afirma que el camino se vuelve más fácil si se facilita la posibilidad de poner en acción la democracia local. En resumen, la serie de debates llevó a la siguiente reflexión: la democracia regula la visión del mundo entre diferentes posiciones, dando voz a la mayoría, evitando el totalitarismo. Además, los datos indican que la prosperidad generalizada y la seguridad civil son resultados exclusivamente democráticos.
Por lo tanto, el deseo de participar en la toma de decisiones debe ser estimulado (y digo, por tanto, facilitado y financiado) para encajar en el pleno significado de democracia participativa. Las diferencias son la sal de la democracia y armonizarlas debe ser el puro sentido de una clase dominante plenamente consciente de su importante impacto, papel para el que debemos prepararnos con rigor y conciencia. Lo mismo ocurre con los ciudadanos de hoy y de mañana.
Tomado de:
Caterina Zadra.
Estudió Marketing de Servicios en ESAN. Trabajó como voluntaria en Istituzioni del 2010 al 2014.