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ECUADOR EXPULSARÁ 1,500 DELINCUENTES VENEZOLANOS, COLOMBIANOS Y PERUANOS

El presidente Noboa mantiene conversaciones con las cancillerías de esos países como parte del plan para enfrentar a la delincuencia que desestabiliza su país. En las redes se preguntan ¿por qué el Perú no puede enfrentar con decisión el crimen organizado?

 

 

“El crimen no tiene nacionalidad, y si un peruano transgrede las leyes, debe enfrentar la justicia para que reciba el castigo que se merece, como lo está haciendo Ecuador. Estos individuos no son compatriotas, sino criminales”.

 

El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, anunció la expulsión de su país de mil 500 delincuentes extranjeros de Venezuela, Colombia y Perú, como parte de un plan para enfrentar el crimen organizado y la desestabilización de su país por el accionar de las bandas criminales extranjeras.
En declaraciones a la prensa, el mandatario señaló que el 80% de delincuentes que operan en su país, son de esas nacionalidades,y como parte del plan de seguridad se tiene en la mira tres barcos que cumplen las condiciones para servir como prisiones en el mar, con el fin de separar a los presos más peligrosos mientras se construyen las prisiones.
Las declaraciones de Noboa fueron respaldadas por usuarios de las redes de diversos países, “porque se suma a la política de seguridad que han puesto en marcha el presidente Nayib Bukele, en el Salvador,  y el flamante dignatario de Argentina, Javier Milei.»
Uno de los primeros comentarios fue el de la abogada peruana Lourdes Alcorta quien se preguntó por qué en Ecuador y Chile sí pueden enfrentar a la delincuencia; y por qué  el Perú está siendo avasallado por las bandas criminales.
Alcorta lamentó que a los gobiernos de algunos países no les interesa cooperar para enfrentar la delincuencia. Puso como ejemplo a Colombia y Venezuela de los cuales el Perú no puede extraditar al asesino Sergio Terache, que mató a Katherine Gómez, y ahora a la tal Wanda, conviviente y cómplice del apodado “Cris”, victimario de un sereno municipal.
La abogada Aída Luz Mendoza opinó que el Perú no puede tomar medidas contra la violencia “porque la CIDH y ONG son aliadas de los criminales. Somos dependientes de esos organismos”, sostuvo.

“Las bandas criminales con aliadas de los caviares porque desestabilizan a los países…”  

 

“El crimen no tiene nacionalidad, y si un peruano trasgrede las leyes, debe enfrentar la justicia para que reciba el castigo que se merece, como lo está haciendo Ecuador. Estos individuos no son compatriotas, sino criminales”, dijo Flor de María Aguilera al respaldar la decisión de Noboa.
Los usuarios de las plataformas digitales difunden la idea que «el Perú no puede enfrentar a los delincuentes porque los caviares los necesitan como ‘armas para desestabilizar el país”, y también para justificar las partidas que les envían organismos internacionales por su supuesto trabajo en favor de la rehabilitación de los delincuentes.
Desde Chile el ingeniero Rodrigo Merino enfatizó que los resultados frente a la delincuencia se consiguen cuando las autoridades anteponen la decisión política y el principio de autoridad a su ideología. “Ecuador logrará su cometido”, señaló.

Noboa con mano firme

«Los que tienen este momento una sentencia ejecutoriada de cinco o más(años) van a ser expulsados del país,(son) aproximadamente 1.500 personas que vinieron a este país a delinquir y no son delitos sencillos, son delitos graves», expresó Noboa en una rueda de prensa tras una reunión sobre seguridad en Guayaquil (suroeste).

De acuerdo con el censo penitenciario de 2022, en el país hay 3.245 reclusos de nacionalidad extranjera, lo que representa un 10% del total de la población carcelaria (31.321). De ellos, 2.900 son hombres. El mandatario, sin dar más detalles, agregó que la cancillería está en contacto con sus pares de «Perú, de Colombia y de Venezuela porque más del 80% de estos 1.500 son de esos países».

«Esas personas van a salir de este país», enfatizó Noboa.
Las violentas cárceles ecuatorianas son escenarios recurrentes de masacres. Desde febrero de 2021, se han dado al menos una decena de matanzas que dejan más de 460 reclusos muertos. Convertidas en centros de operaciones del narcotráfico, el control de los centros penitenciarios está en disputa entre bandas criminales. Operativos de control dan cuenta de la violencia, pues en su interior se han hallado pistolas, fusiles y explosivos.
Para controlar a los reclusos más peligrosos, el gobierno ha planteado la construcción de al menos seis cárceles de «mega máxima» y «máxima» seguridad, según ha dicho la ministra de Gobierno, Mónica Palencia. 

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