EDUCACIÓN EN S.O.S.

Escribe: Aldo Lorenzzi Bolaños

en principio desideologizar y despolitizar la educación pública, es un excelente comienzo, la educación debe de ser esa herramienta que se le dé, al ser humano, esa oportunidad de ser capaz de adquirir capacidades cognoscitivas que lo ayuden a ser un ciudadano

 

 

Más allá de la suspensión del inicio de clases en los colegios públicos, como media preventiva por los fenómenos climatológicos que venimos padeciendo, es un buen momento para revisar la situación actual del sector, siendo la educación la piedra angular del progreso de las naciones.

Por esta razón considero que debería declararse el sector,  en emergencia de forma permanente, tras el escándalo de las “consultorías” de SUNEDU, lo que podríamos decir coloquialmente “una raya más al tigre” y todo lo relacionado a los “sindicatos” donde están agremiados más que profesores, actores políticos, haciendo  que los alumnos de los centros educativos y también de las mismas universidades en lugar de formarlos, buscan adoctrinarlos.

¿Qué pasa con nuestra educación? ¿Por qué no hemos podido aquilatarlo como un activo diferencial en nuestra nación?  ¿siempre se repetirá la misma historia de un país ignorante?

Eso solo nos lo dirá el tiempo, pero estimo en principio desideologizar y despolitizar la educación pública, es un excelente comienzo, la educación debe de ser esa herramienta que se le dé, al ser humano, esa oportunidad de ser capaz de adquirir capacidades cognoscitivas que lo ayuden a ser un ciudadano con sentido y criterio en todos los aspectos de la vida, integrándose a sí mismo y le permita aportar a su país y esto generara su propio progreso.

Ahora bien, no debemos criticar las herramientas que tiene el Estado en materia de educación, no quiero entrar a realizar un análisis de la falta de infraestructura, que pueden ser los indicados, necesitamos la purga del recurso humano (docentes), a partir de ahí hacer planeamientos estratégicos con metas muy claras, la primera podría ser  acabar con el analfabetismo  en nuestros país, la segunda meta podría ser  que al terminar el nivel  secundario, la educación pública pueda hacer que tan solo   el 10%  de los egresados hable un segundo idioma al llegar al 2028,de esta forma tener metas claras y que puedan ser medibles. Necesitamos una revolución en la educación, no más sindicatos, ni docentes tóxicos en nuestro sistema educativo.