«EFECTO BUKELE» SE EXTIENDE EN AMÉRICA LATINA
Su política de mano firme acapara la atención de millones de latinoamericanos que rechazan a los políticos tradicionales, el desencanto con la democracia y las instituciones que no resuelven la inseguridad, pobreza y corrupción, graves en América Latina. Un tema polémico.
El «efecto Bukele», se propaga en Chile y Argentina, pasando por Perú, Ecuador, que enfrenta una feroz arremetida del narcotráfico, Honduras o la otrora tranquila Costa Rica.
Cada vez que un hecho de violencia criminal sacude a algún país de América Latina, como los recientes atentados en Ecuador, salta una voz en las calles, o en las redes sociales: «¡Aquí lo que se necesita es un Nayib Bukele!», en referencia al presidente de El Salvador.
Bukele, quien tiene un triunfo casi asegurado en los comicios del 4 de febrero, se ha convertido en el referente de la ‘mano firme’ que necesita la región para enfrentar la crisis de seguridad, atribuida en parte al narcotráfico y el sicariato.
“Las víctimas de la violencia no creen a los supuestos defensores de los derechos humanos”
Pese a que sus políticas de seguridad son criticadas por organizaciones de los derechos humanos, que no son aceptadas por las víctimas de la violencia, el «efecto Bukele» se propaga en Chile y Argentina, pasando por Perú, Ecuador, que enfrenta una feroz arremetida del narcotráfico, Honduras o la otrora tranquila Costa Rica.
Con un respaldo de 90% de los salvadoreños, Bukele es el gobernante más popular de la región, según el Latinobarómetro de 2023. ¿Cómo se entiende el efecto del presidente salvadoreño? Estas son las claves:
Bukele con su política de seguridad y mano firme, está acaparando la atención de millones de personas que rechazan a los políticos tradicionales, el desencanto con la democracia y de la pérdida de fe en las instituciones que no resuelven los problemas de inseguridad, pobreza y corrupción, graves en América Latina.
«Es la esclerosis de la clase política (…) que se alejó completamente de la sociedad y de lo que son sus demandas y sus necesidades», aseguró Michael Shifter, analista de Diálogo Interamericano, con sede en Washington.
La democracia no ha dado resultados Actualmente, un 48% de los latinoamericanos apoya la democracia como sistema político, 15 puntos menos que hace una década, precisó Marta Lagos, directora de la oenegé Latinobarómetro, basada en Chile.
«La democracia no ha dado respuestas a la gente. Cuando se trata de seguridad, a los latinoamericanos les gustan las narrativas autoritarias. Hemos probado diferentes modelos y ninguno con éxito», opinó Ana María Méndez, directora para Centroamérica de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA).
Para Christopher Ventura, director de Investigación del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicos (IRIS), «Bukele es producto de la historia».
«América Latina enfrenta los mismos problemas que El Salvador», anotó. Es decir, la región atraviesa momentos críticos de inseguridad ligados a bandas del crimen organizado, que han sembrado terror en ciudades enteras.
Autoritarios, pero seguros .Para el analista Ventura, un triunfo presidencial de Bukele «reforzará» el modelo de «populismo autoritario» en una América Latina «que enfrenta una crisis multifactorial y un deterioro de la cohesión social». Favorecerá «el avance hacia este tipo de régimen», opinó.
El latinoamericano que lo aplaude no conoce todas las condiciones de vida de El Salvador