Los llamados a la paz deben ser bienvenidos, pero después del resarcimiento
El ataque con alevosía de los terroristas palestinos del movimiento Hamas a civiles israelíes ha causado el repudio mundial, salvo unos cuántos gobernantes enfermos de la cabeza con posturas ideológicas retrasadas -liderados por Irán- no han condenado esa matanza de civiles.
Nadie podrá ahora cuestionar la acción israelí de legítima defensa, de responder a los ataques como crea conveniente, y que debe ser la madre de todos los castigos.
La lección debe ser ejemplar y eliminar hasta el último terrorista de Hamas, para que Israel pueda dormir tranquilo. Los llamados a la paz deben ser bienvenidos, pero después del resarcimiento.
Los terroristas de Hamas tuvieron varios objetivos, a consecuencia de sus crímenes, como poner la causa palestina a la palestra, porque ya los países árabes no lo priorizan en su agenda, por el extremismo de Hamas de torpedear la paz y no unirse a la Autoridad Palestina.
Asimismo, torpedear los Acuerdos de Abraham y evitar que se una a ellos Arabia Saudita; e, intentar poner en ridículo a la seguridad israelí. El tiempo evaluará sus efectos, hoy es prematuro el análisis.
Esos objetivos son secundarios frente a los crímenes que han realizado, por lo que se espera que Hamas sea erradicado por completo.