EL PAÍS SUMIDO EN LA BARBARIE SUBVERSIVA Y EL GOBIERNO AL GARETE
La escalada de violencia promovida por elementos terroristas continúa en varias zonas del sur y centro del país, en tanto el Ejecutivo sigue mostrando su total inoperancia para contener esta ola de barbarie. Ayer, en Mazocruz, Puno, un grupo de subversivos amenazó públicamente a la Policía Nacional, conminándolos a abandonar el pueblo en un plazo máximo de 24 horas.
No se trata de «manifestantes» como absurdamente señalan algunos, sino de terroristas. Calificación, esta última, que muchos obvian haciendo gala de una cobardía similar a la que décadas atrás permitió el avance de la banda sanguinaria de los senderistas.
Frente a tamaña irresponsabilidad de la señora Dina Boluarte, su gobierno pretende solucionar la grave crisis política con una salida electoral, emplazando al Congreso a aprobar el adelanto de los comicios generales, sin evaluar siquiera que tras ello, las turbas extremistas le pedirán que convoque a una Asamblea Constituyente. Nada garantiza, en la actual coyuntura, que las ánforas sean la receta frente a la crisis. Sin orden y en medio del caos no hay posibilidad alguna de un proceso electoral transparente. No se puede aceptar, en manera alguna, que se imponga la agenda violentista, tras la cual están los oscuros intereses del denominado Socialismo del Siglo XXI.
El Ejecutivo, medios de comunicación, políticos y opinólogos han caído, precisamente, en esa narrativa subversiva y no quieren ver que el Perú está camino a la oclocracia, donde los castrochavistas siguen acumulando puntos a costa de la desinstitucionalización del país. Es más, se obvia que no sólo no hay con quien «dialogar», sino que además en pocas semanas, producto de la falta de decisiones, millones de peruanos se encuentran secuestrados a expensas de grupúsculos subversivos.
Regiones al borde del colapso, vías bloqueadas, atentados contra entidades del Estado, de propiedades privadas, desabastecimiento de víveres, combustible y medicinas, además del medio centenar de muertes y millones de soles en pérdidas económicas, son el condenable resultado de haber abandonado el principio de autoridad y el Estado de derecho.
No se trata de «manifestantes» como absurdamente señalan algunos medios, sino de terroristas. Calificación, esta última, que muchos obvian haciendo gala de una cobardía similar a la que décadas atrás permitió el avance de la banda sanguinaria de los senderistas. La señora Boluarte y su jefe de Gabinete son, a fin de cuentas, los grandes responsables de este caos. Si no toma la decisión de imponer la Ley y la autoridad; renuncie. No se puede repetir la historia. (Guik)
INACEPTABLE «ULTIMATUN A LAS FUERZAS DEL ORDEN»
«¡El pueblo de Mazocruz les da un plazo de 24 horas para que desocupen y, desde este momento, se cuentan 24 horas para que desaparezcan!
Un grupo de manifestantes decidió amenazar policías de la comisaría Mazocruz, ubicada en la ciudad de Puno. Los violentos protestantes les dieron 24 horas para que «desaparezcan» de la sede, caso contrario, advirtieron que estos asumirán las consecuencias.
«¡El pueblo de Mazocruz les da un plazo de 24 horas para que desocupen y, desde este momento, se cuentan 24 horas para que desaparezcan! ¡Váyanse al lado de la usurpadora presidenta, Dina Boluarte», exclamó un sujeto.
El hombre remarcó que las personas que se movilizan en contra del gobierno de Boluarte Zegarra «seguirán luchando» hasta que la mandataria renuncie al cargo.
Los hechos se desarrollaron en los exteriores de la citada comisaría, lugar en el que aprovecharon en exigir el cierre del Congreso de la República, así como la redacción de una nueva Constitución Política.
Al menos 23 heridos dejaron los enfrentamientos entre la Policía y extremistas en los alrededores del Aeropuerto Inca Manco Cápac, en la ciudad de Juliaca, confirmó el coordinador de la Defensoría de la región. El incendio ocurrió en el depósito de la municipalidad San Román de Juliaca.
De la misa manera, los delincuentes prendieron fuego a un depósito municipal