ENVIAR A «LOS INTOCABLES» A PATAZ

La muerte de siete trabajadores de la Minera Poderosa en Pataz y dos mineros ilegales y el saldo de más de 23 heridos, luego de un ataque armado de los delincuentes que desarrollan y protegen a la minería ilegal, revela con absoluta claridad que en ese lugar se ha creado una verdadera “zona liberada” de la Constitución y las instituciones tutelares del sistema republicano.

La responsabilidad del Estado en la tragedia de la Minera Poderosa

 

¿Qué pretendemos señalar? Es imposible que la delincuencia armada, las bandas criminales, avance de manera tan abierta sobre una concesión minera sin la indolencia, la negligencia o quizá complicidad de las autoridades estatales. Algo muy grave ha sucedido con el Estado en Pataz y en esas áreas mineras, que ha posibilitado que se instale un Far West en donde las bandas criminales y los pistoleros se imponen a punta de balazos, muerte y heridos. Es evidente, pues, que el Estado de derecho, las autoridades del Estado, la Policía Nacional del Perú (PNP), el Ministerio Público, el Poder Judicial y otras instituciones han negligido y abdicado de sus responsabilidades frente a la Constitución y la ley.

No es extraño que el Estado sea carcomido por las economías ilegales. Así ha sucedido en otras épocas y en otros países, y el Perú no tendría que ser la excepción. De alguna manera las películas sobre el Viejo Oeste y la prohibición del licor en los Estados Unidos en el siglo pasado están plagados de ejemplos parecidos.

Luego de la muerte de nueve personas en el ataque a la Minera Poderosa el Estado ha reaccionado enviando decenas de policías especializados y movilizando a las instituciones. En pocas horas se capturaron a algunos delincuentes y se desarmó la presencia criminal. Sin embargo, si no se crean comisiones ad hoc de las instituciones estatales, a nivel de la policía y las instituciones de justicia, no será posible recuperar el Estado de derecho en la zona. Tarde o temprano el cáncer de las economías ilegales, de la corrupción generalizada, destruirá y bloqueará la acción del Estado. Por estas razones es necesario emular el equipo especial de policías que las leyendas televisivas llaman “Los Intocables”.

El ataque a la Minera Poderosa no solo es un ataque a una mina formal y moderna, que crea empleo, paga impuestos y preserva el medio ambiente, sino que es un ataque a toda la minería moderna en el Perú. El ministro de Economía, Alex Contreras, acaba de señalar que si no fuese por la minería moderna en el Perú se tendría que hablar de una recesión sin precedentes.

Salvando las distancias y las diferencias con lo sucedido con la Minera Poderosa, la violencia que ejerce el radicalismo antiminero en el corredor vial del sur –que desarrolla bloqueos sistemáticos a la carretera y asaltos e invasiones a las concesiones mineras– así como la violencia con las minas del sur de Ayacucho, presentan al Estado de derecho en el Perú de espaldas a las inversiones mineras. En este contexto, ¿qué nuevas inversiones se podrían concretar en los siguientes meses? Parece improbable.

La causa principal de la recesión, que aumenta la pobreza en el Perú, es la caída de la inversión privada, que representa el 80% del total invertido en el país, suma el 80% de los ingresos fiscales y provee más del 80% del empleo en los mercados formales e informales. Y una de las causas del desplome de la inversión privada en general es la caída de la inversión minera en alrededor del 20%.

Sin Estado derecho en las áreas mineras es evidente que la recesión y el aumento de pobreza afectarán de gravedad al país.

TOMADO DE: El Montonero