La visita de los reyes de España y el presidente del gobierno Pedro Sánchez a las zonas golpeadas por las inundaciones de Valencia acabaron con insultos y lanzamiento de barro que alcanzó el rostro de Felipe VI y la reina Letizia.
«Asesinos», gritaron los residentes a Felipe VI y la reina Letizia, mientras el número de fallecidos aumentó a 217, con el anuncio del hallazgo de tres muertos más.
«Que se vayan», «llevamos seis días sin dormir», gritaba una mujer a poca distancia de la cara de la reina en el municipio de Paiporta según agencias de noticias, mientras la multitud coreaba «asesinos» a las autoridades, especialmente a Sánchez, y lanzaba barro y objetos, una situación nunca vista en España.
Con Sánchez evacuado, así como el presidente regional valenciano Carlos Mazón, Felipe VI insistió en dialogar con la gente por más de una hora, protegido por sus guardaespaldas, constantemente zarandeados, pero finalmente abandonó el lugar.
Los reyes tenían previsto ir a un segundo municipio, Chiva, pero la visita fue cancelada.
Por su parte, Sánchez abandonó la comitiva al activarse el protocolo de seguridad por las agresiones de que estaba siendo objeto, según fuentes del gobierno, que explicaron que los servicios de seguridad lo trasladaron al puesto de mando avanzado.
Entre tanto, el balance de víctimas en España se elevó de 213 a 217, con el anuncio del hallazgo de tres muertos más en Pedralba, Valencia, y de una anciana en Letur, en la vecina región de Castilla-La Mancha, cuyo cadáver fue arrastrado 12 km por las aguas.
A estos hay que sumar un muerto en Andalucía. Casi todas las muertes (213) ocurrieron en Valencia.