La espiritualidad se activa desde el yo interno que “despierta” y va en busca del ser esencial; es un proceso misterioso, callado y reflexivo que va modulando la forma como vibramos que a su vez, refleja la manera como vivimos.
Sin embargo, la vida misma es compleja, dinámica y permanentemente nos mueve a la acción; en este devenir inexorable debemos optar entre ser reactivos; es decir, que vamos adaptándonos a las circunstancias, adoptando una actitud pasiva que únicamente reacciona frente a los estímulos externos y hechos consumados o si por el contrario, decidimos ser proactivos y usamos el poder de construir y modificar la realidad, asumiendo una actitud positiva, creadora y ejecutora que resuelve problemas, asume responsabilidades y genera oportunidades.
Sin duda, el ser proactivo enriquece nuestra existencia y multiplica las posibilidades de experimentar a partir de nuestras propias decisiones, asumiendo al mismo tiempo responsabilidad por todos nuestros actos, convencidos que la experiencia de vida no se reduce a ganar o perder sino más bien a madurar y aprender.
Cuando comenzamos a vivir desde la consciencia dejamos de juzgar y de victimizarnos y pasamos a comprender que todo en la vida son lecciones, asumimos que cada experiencia nos edifica, que nada es casual, que inclusive los sueños y el subconsciente siempre nos envían señales que podemos captar y discernir desde la intuición que es el motor de la inteligencia espiritual.
Ser Espiritual
Una persona espiritual es aquella que ha identificado su compromiso de vivir desde el ser, desde su esencia misma; es aquella que reconoce todas las dimensiones de su integridad y que conservando su individualidad sabe que es uno con el Todo.
La espiritualidad es anterior y superior a la religión con la que a veces se confunde, prescinde de ritos, jerarquías y estructuras para compenetrarse con la inmensidad y generosidad del Universo donde todo es energía en evolución, creación y regeneración sin límites, sin tiempo, sin forma física.
Ser Proactivo
Una persona proactiva es aquella que ha asumido la responsabilidad plena de su existencia y que actúa, toma la iniciativa, afronta y decide de manera consciente los hechos y circunstancias de la vida, conocedor que existe una dimensión temporal determinada por la estructura física en la que debemos experimentar con intensidad para pasar a otra dimensión no física asociada con la energía y la eternidad.
Ser Empoderado
Según la definición aceptada por la Real Academia Española (RAE), empoderar significa “dar a alguien autoridad, influencia o conocimiento para hacer algo”
Empoderarse es tomar consciencia de nuestra capacidad y potencial para poner a prueba los dones y talentos así como nuestras limitaciones y carencias que nos desafían para construir una mejor versión de nosotros mismos.
Una persona empoderada exhibe seguridad y confianza, tiene capacidad de decisión, estimula permanentemente el desarrollo de su potencial físico, mental, emocional y espiritual y es consciente que es energía en transformación, que tiene poder de decisión y que su vida rebasa el ciclo biológico material para orientarse a una vida con sentido y trascendencia, entonces actúa en consecuencia, creciendo, madurando, compartiendo y evolucionando en armonía.
El libre albedrío que es una manifestación de la libertad del ser, es un llamado para que fluya y destelle nuestro ser espiritual, proactivo y empoderado.
