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ESTAS SON LAS LECCIONES DE LIDERAZGO QUE NOS DEJÓ EL CID CAMPEADOR

Ruy Díaz de Vivar, el Cid Campeador fue un líder militar castellano que llegó a dominar al frente de su propia mesnada el Levante de la península ibérica a finales del siglo XI. Sin embargo, en el mundo de los negocios, el Cid Campeador es catalogado como “un líder inspirador”.

Para María López Herranz, coach profesional y socia fundadora y directora de Onda Positiva, del Centro de Alto Rendimiento Directivo (CARD) y de Russ Natural Horse Way,  Ruy Díaz de Vivar es “un empresario modelo que supo gestionar sus recursos en un entorno hostil, venciendo a la adversidad con valor, determinación y capacidad de liderazgo”.

“En su libro ‘La estrategia del Cid’, López Herranz realiza un práctico análisis de la estrategia con la que el Cid consiguió cumplir su gesta guerrera, al tiempo que nos invita a descubrir las claves del liderazgo actual y a ponerlas en práctica (la obra incluye diversos ejercicios que invitan a la reflexión para ello)”, se indica en un artículo publicado por el portal digital Emprendedores News.

María López Herranz sostiene que, en la actualidad, la figura y el legado del Cid Campeador es más necesaria que nunca porque el mundo de hoy necesitan de líderes comprometidos que los inspiren.

En ese sentido precisa que se debe tener en cuenta que Díaz de Vivar “partió arruinado a un destino cruel e incierto, pero con un objetivo claro en la mente: limpiar su nombre, demostrar su valor e inteligencia y dejar claro el error de sus detractores. Como tantos empresarios, emprendedores y líderes de hoy en día, tuvo que aprender a adaptarse a los cambios que marcaba su nueva situación con la máxima agilidad posible y prepararse para iniciar su proyecto sin ningún capital económico”.

De acuerdo a ello, la escritora indica que fueron cinco las claves del éxito del Cid Campeador:

MARCA PERSONAL.

“El capital de marca está sustentado por las cualidades, habilidades y valores que nos diferencian y que hacen que los demás nos elijan, prefieran y decidan estar con nosotros”. “Valor, creatividad, profunda disciplina, intensa capacidad para tolerar los errores y las debilidades ajenas, honestidad, humildad como vasallo de su señor y como señor de sus vasallos, alta capacidad de comunicación y persuasión y dignidad personal son las habilidades y valores que dieron al Cid una credibilidad sin fisuras y la irreprochable reputación que le puso en el camino del éxito más abrumador”, afirma López.

LIDERAZGO

Al respecto sostiene que “liderar consiste en servir a los demás, de forma que puedan alcanzar sus metas y aprovechar todas sus capacidades. Así se generan las mayores lealtades, vínculos de agradecimiento y deseos de responder a las expectativas con una energía imparable capaz de superar cualquier reto y alcanzar cualquier objetivo”.

“En la trayectoria profesional del Cid, el destierro representó el cambio, lo inesperado, la incertidumbre. Y al ser capaz de adaptarse a él tan ágil y eficazmente, comenzó a demostrar tanto sus competencias naturales para ejercer el liderazgo como la claridad de su visión estratégica”.

MOTIVACIÓN

Al respecto la escritora sostiene que: “la motivación consiste en querer cumplir las expectativas que otros han puesto en nosotros. Los hombres a los que el Cid demostraba su total confianza se la devolvían con creces, realizando el máximo esfuerzo posible para que el trabajo encomendado saliera a la perfección, lo cual, a su vez, el Cid sabía agradecer con el reconocimiento al trabajo bien hecho y la recompensa económica pertinente”.

LAS ALIANZAS

Añade que: “las alianzas estratégicas con otras compañías o personas destinados a beneficiarse mutuamente, constituyen uno de los caminos más rentables para reforzar las estrategias de crecimiento de las organizaciones y de los proyectos”.

En ese sentido advierte que “el carácter dialogante y ecuánime del Cid, y su reputación de hombre generoso, justo y valeroso le permitieron encontrar y mantener aliados poderosos, dispuestos siempre a ayudarle y satisfechos con su condición de socios del Cid. A su vez ellos también se beneficiaban de la ayuda que el Cid podía proporcionarles, tanto en la guerra como en la paz”.

RECOMPENSA

Finalmente sostiene que “en muchas ocasiones los caballeros del Cid se sienten tan motivados por otras causas que no sólo rechazan las recompensas económicas que les ofrecen, sino que ponen sus patrimonios e incluso sus vidas a disposición del Campeador para lo que sea necesario. Este nivel de implicación sólo se logra cuando entran en juego otras generosas recompensas que nada tienen que ver con lo económico y sí están completamente relacionadas con la satisfacción emocional”.

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