(BBC News).- Después de más de 50.000 muertos, en su mayoría niños y mujeres, un bloqueo que dura ya más de dos meses y que ha puesto a 14.000 bebés al borde de la muerte inminente, según la ONU, y la destrucción casi total de las infraestructuras y viviendas de la Franja de Gaza, la paciencia de los aliados de Israel parece haberse acabado.
El bloqueo de ayuda humanitaria a Gaza ha provocado una hambruna, según las organizaciones internacionales.
Reino Unido, Canadá y Francia han amenazado con «tomar represalias» contra Israel si el gobierno que lidera Benjamin Netanyahu continúa con la intensa ofensiva lanzada en los últimos días por el ejército de su país y que ha dejado cientos de muertos.
Israel inició la semana pasada bombardeos aéreos sobre infraestructuras, edificios residenciales, hospitales y escuelas, que han dado paso a un ofensiva terrestre por el norte y el sur de la Franja en la que han sido movilizados miles de soldados y que busca capturar, como ya reconoció a principios de mes el gobierno, territorio palestino de forma permanente.
«Estamos librando combates a gran escala -intensos y sustanciales- y hay avances. Vamos a tomar el control de todas las zonas de la Franja, eso es lo que vamos a hacer», dijo Netanyahu en un video publicado en redes sociales el lunes.
El primer ministro también ha asegurado que la operación, que ha sido bautizada con el nombre bíblico «Carros de Gedeón», en referencia al guerrero del Antiguo Israel, tiene como objetivo destruir a Hamás y recuperar a los 58 rehenes aún en manos del grupo, 23 de los cuales se cree que siguen con vida.
El líder israelí también reconoció que la expulsión de los palestinos de la Franja es una de las consecuencias de la operación.
«Estamos destruyendo cada vez más hogares, y los gazatíes no tienen ningún lugar al que regresar. El único resultado inevitable será el deseo de los gazatíes de emigrar fuera de la Franja de Gaza», dijo en el Comité de Asuntos Exteriores y Defensa, según el diarioJerusalem Post.
Francia, Canadá y Reino Unido no han especificado en qué podrían consistir sus represalias, pero en su comunicado conjunto desestiman los argumentos de Netanyahu y piden un alto el fuego porque «el nivel de sufrimiento humano en Gaza es intolerable».
París, Ottawa y Londres reconocen que, tras as el «atroz ataque» del 7 de octubre, Israel «tenía derecho a defender a los israelíes contra el terrorismo. Pero esta escalada es totalmente desproporcionada».
Este duro lenguaje refleja «un sentimiento real de creciente enfado político por la situación humanitaria, de que se ha cruzado una línea y de que este gobierno israelí parece actuar con impunidad», dijo una fuente diplomática europea de alto nivel involucrada en las negociaciones al editor de asuntos internacionales de la BBC,Jeremy Bowen.
«14.000 bebés morirán en 48 horas»
La desesperación en la Franja, donde no ha entrado ningún tipo de ayuda humanitaria desde que hace más de dos meses Israel diera por roto el alto el fuego firmado con Hamás, ha llegado a tal nivel de horror que sus habitantes ya no encuentran palabras para describirlo.
El propio primer ministro británico ha dicho estar «horrorizado por la escalada de Israel», y su gobierno ha suspendido las negociaciones que mantenía con Israel para alcanzar un acuerdo de libre comercio.
«Lo que está ocurriendo aquí supera todo lo que he visto o imaginado»,le dijo a la BBCel doctor Ibrahim al Ashi, quein trabaja en un punto médico en Beit Lahia. Al Ashi contó al programa Todayde BBC 4 cómo, durante un ataque israelí, los sanitarios del hospital indonesio tuvieron que evacuar a los pacientes bajo los proyectiles, «muchos de ellos aún sangrando»,y usando solo sus manos porque no había ambulancias.
EL lunes Israel dejó entrar 5 camiones de ayuda humanitaria, «una gota en el océano», como lo describió Tom Fletcher, secretario general para Asuntos humanitarios de la ONU.
Para entender la escala de la necesidad, antes de la guerra en Gaza entraban 500 camiones diarios.
En una entrevista con el programa Today, Fletcher advirtió de que «14.000 bebés morirán en las próximas 48 horas» si la ayuda necesaria para alimentarlos no logra entrar en Gaza.
Mayar el Arca, de 18 meses, es uno de los miles de niños que sufren desnutrición en Gaza.
Según el funcionario internacional, están a la espera de poder introducir 100 camiones con ayuda humanitaria, entre la que hay, fundamentalmente, alimento para bebés, además de medicinas y otros productos de primera necesidad.
Israel ha reconocido que la decisión de permitir entrar una cantidad «mínima»de ayuda en la Franja se debe a la presión de sus aliados.
«No debemos llegar a la situación de hambruna, desde un punto de vista práctico como diplomático», dijo Netanyahu, sobre quien pesa una orden de detención de la Corte Penal Internacional por presuntos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, que él ha tachado de «antisemita», como recuerda Bowen.
Sus declaraciones han sido ampliamente criticadas por organismos de derechos humanos por su frialdad, pero también por sus socios extremistas de gobierno, que aseguran que permitir la entrada de ayuda «alimentaría a Hamás y le daría oxígeno mientras nuestros rehenes languidecen en los túneles», según Itamar Ben Gvir, el ministro de Seguridad.
El gobierno israelí argumenta, además, que Hamás roba la ayuda humanitaria que entra en la Franja, algo que el grupo islamista y organismos de derechos humanos niegan.
Según Netanyahu, hasta que Israel no pueda establecer «una zona estéril bajo control de las Fuerzas de Defensa de Israel para distribuir alimentos y medicinas»sólo permitirán un «puente mínimo y básico»para evitar el hambre.
Críticas desde Israel
Las imágenes de niños desnutridos a las puertas de la muerte y los testimonios de gazatíes al borde de sus fuerzas que salen de la Franja no solo han provocado una respuesta diplomática internacional, sino que cada vez son más los israelíes profundamente consternados con cómo se está llevando a cabo la guerra.
«Mis impuestos se están gastando en una guerra que ha matado a miles de niños. Estamos llevando a cabo un genocidio. Y no puedo hablar de ello en Israel», reconoció Yael Noy, directora de la organización israelí Road to Recovery (camino a la recuperación), a la corresponsal diplomática de la BBCCaroline Hawley.
Su ONG organiza traslados de palestinos enfermos a citas hospitalarias en Israel. Cinco de sus voluntarios murieron en el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 -en el que unas 1.200 personas fueron asesinadas- y otros dos fueron secuestrados y murieron en cautiverio.
Desde la oposición israelí también han salido voces que condenan la evolución de la guerra en Gaza.
«Un país sensato no libra combates contra civiles, no mata bebés como pasatiempo y no se fija como objetivo expulsar a una población», criticó Yair Golan, militar retirado, diputado y líder del partido Los Demócratas.