GAZA: SIN SALIDA, TAMPOCO PARA GENTE CON DOBLE NACIONALIDAD
Mientras el conflicto entre Israel y Hamás entra en su cuarta semana, los pasos fronterizos siguen cerrados a los palestinos que intentan huir de la Franja de Gaza. Quienes tienen doble ciudadanía se sienten abandonados.
«Todo lo que esperamos es seguir con vida»,
Asia Mathkour ha estado esperando ansiosamente una llamada que la informara de que el cruce fronterizo de Rafah con Egipto está abierto para que la gente abandone la Franja de Gaza. La madre de dos niños pequeños es una ciudadana palestino-canadiense que vive con su familia en Gaza desde 2014. Pero hasta ahora no han podido salir de la zona de conflicto.
«Hace dos semanas, recibí una llamada de los canadienses y me dijeron que la frontera de Rafah podría abrirse y que deberíamos ir allí, bajo nuestra propia responsabilidad», dijo Mathkour por teléfono desde Rafah. Pero sus esperanzas se hicieron añicos unas horas más tarde cuando el paso fronterizo permaneció cerrado.
«Nos sentimos solos, como si nadie nos estuviera ayudando», afirmó.
Mathkour no es la única que tiene miedo y preocupaciones. Hasta ahora, ningún país ha logrado evacuar a sus ciudadanos, o a los que tienen doble ciudadanía, del enclave palestino, que el Ejército israelí ha estado bombardeado durante las últimas tres semanas.
Las autoridades alemanas han dicho que hay unos pocos cientos de palestinos-alemanes en Gaza, en su mayoría, con doble nacionalidad, pero sin dar cifras concretas.
El miércoles (25.10), la Casa Blanca dijo que el presidente estadounidense, Joe Biden, había reanudado las conversaciones con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para garantizar el tránsito seguro de ciudadanos extranjeros y palestinos con doble nacionalidad.
Pero el paso fronterizo de Rafah, ahora la única ruta de salida del territorio desde que Israel impuso un bloqueo total a Gaza, permanece cerrado. En los últimos días sólo se permitió, desde Egipto, el acceso a algunos camiones a la Franja de Gaza con ayuda humanitaria urgentemente necesaria. Y el viernes (27.10.2023) por la noche, Israel intensificó sus ataques aéreos y amplió sus operaciones terrestres.
Israel selló todos sus pasos fronterizos con Gaza después de los ataques de la organización terrorista Hamás el 7 de octubre, en los que mataron a más de 1.400 israelíes en las comunidades del sur cercanas a la Franja de Gaza. Al menos 229 personas fueron tomadas cautivas y se encuentran retenidas como rehenes en Gaza.
En respuesta, Israel ha bombardeado Gaza con ataques aéreos y de artillería durante semanas. Según las autoridades sanitarias de la Franja de Gaza, controladas por Hamás, los ataques aéreos israelíes han matado a más de 7.000 personas allí.
Hamás está clasificada como organización terrorista por la Unión Europea, Estados Unidos, Alemania y otros países.
«Bombardeos continuos desde los tanques»
Mathkour y su familia vivían en una zona al norte de la ciudad de Gaza, cerca de la frontera con Israel. Cuando comenzó la guerra, la familia se mudó rápidamente a un hotel en el centro de la ciudad de Gaza, una zona que se consideraba relativamente segura en combates anteriores.
Pero esta vez, el Ejército israelí dijo a los hoteles que tenían que ser evacuados, junto con todos los residentes de la ciudad de Gaza. Los militares dijeron a los palestinos que abandonaran sus hogares en el norte y se dirigieran a la parte sur de la Franja de Gaza.
Al igual que decenas de miles de residentes, Mathkour y su familia se dirigieron a la ciudad de Rafah, más al sur, y se alojaron allí con familiares. Pero no se sienten más seguros.
«Anoche fue un infierno. Fue la peor noche que hemos vivido desde que llegamos a Rafah», dijo Mathkour el pasado viernes.
«Fueron bombardeos incesantes desde los tanques, y algunos bombardeos cercanos a la zona sacudieron toda la casa. Puedes imaginarte lo aterrorizados que estábamos», dijo.
Pero una parte de Mathkour también teme la difícil elección que tendrá que tomar si alguna vez se abre el paso fronterizo. Sólo aquellos con doble ciudadanía y sus familiares más cercanos estarán en las listas de evacuados. Muchos de sus amigos y vecinos no tienen esta posible opción.
«Me siento mal también, porque la gente se dirige a mí y me hace preguntas, porque tengo doble nacionalidad», dijo Mathkour.
«¿Pero qué pasa con los demás? ¿Por qué el mundo no los mira?», cuestionó.
«Nuestra atención, mente y espíritu están en Gaza”