Abrí los ojos con plenitud mientras mi reloj seguía marcando las 11:11 am en punto.
Me detuve repentinamente; aspire con profundidad mientras aquel olor inconfundible se asomaba como una suave fragancia confundida con el tenue viento que refrescaba mi rostro; cerré los ojos y erguir la frente exponiéndola directamente ante los rayos del sol que con delicadeza destellaba una luz vibrante que intercalaba cumplidos con los latidos de mi corazón que incontenible se desbordaba.
Tras la primera impresión un silencio total selló completamente la atmósfera, mi reloj marcaba coincidentemente las 11:11 am en punto; sentí paz y en mi mente, como una película en reproducción acelerada, se sucedieron una tras otra las imágenes más impactantes que había experimentado algún tiempo atrás desde aquel momento preciso de mi despertar espiritual cuando aquella indescifrable presencia se manifestó por primera vez aquel atardecer y me hablo sin hablar, me vio sin ver y me transmitió su mensaje repleto de Amor, ternura, compasión, sabiduría y paz.
Perdí la noción del tiempo, no sé si fueron contados segundos, minutos u horas pero en medio del más profundo silencio aquella presencia una vez más comenzó a manifestarse iluminando mi mente con chispazos de afirmaciones y reflexiones profundas que como pinceladas propias de un extraordinario Maestro, coloreaban mis pensamientos o quizás simplemente los acariciaban con compasión y ternura.
“… Nada está perdido, todo tiene un propósito, venimos a experimentar una pasantía física para transmutar; crecer y evolucionar en nuestra esencia espiritual primera y última; eres un mensajero, un Malak, eres uno con el Uno, perteneces a la totalidad; todo lo que hagas y lo que dejas de hacer se refleja como los destellos de luz que baña tu rostro en la infinitud e inmensidad del insondable Universo…”
“… No trates de comprender todo; relaja tu mente que a veces no puede racionalizar lo no manifestado y libérate de los límites de la razón para que experimentes el mundo de lo imposible, lo ilimitado, lo sobrenatural y maravilloso que ustedes suelen calificar como divino y milagroso…”
“… Tienes el potencial suficiente para crear la realidad que desees; basa tus decisiones en la pureza de la intención, en la voluntad indomable, en el poder de la mente, en el espíritu libre, en la acción solidaria y sé consciente que cada una de tus elecciones tienen efectos y consecuencias que te procuran bienestar u opresión; te liberan o te atan; te ascienden o descienden; te elevan o te bajan; en el campo cuántico de la energía, todo absolutamente todo está conectado y tus actos trascienden el tiempo y el espacio para vibrar en el eterno cristal unificado…”
“… Tu misión es elevarte a ti mismo, experimentar tu potencial ilimitado, crecer, compartir, disfrutar y vivir con intensidad; tú no eres responsable del destino de nadie, libérate de toda carga y si acaso es tu deseo ayudar hazlo de corazón con intención pura sin esperar nada a cambio; renuncia a generar cualquier expectativa para que tu felicidad y bienestar no esté condicionado ni dependa de nada ni de nadie…”
“… Eres un ser espiritual, único, libre e inmortal en proceso de trascender; eres uno con la divinidad; la imagen y semejanza con el Gran Creador es absolutamente espiritual; en la abstracción de lo inmaterial e invisible está impregnada la naturaleza divina que es parte de tu ser, de tu naturaleza, de tu esencia, tú también eres el Yo Soy el que Soy que vive aquí y ahora, a través de cada célula, de cada átomo de cada partícula, de cada frecuencia, de cada armonía que se confunden con la naturaleza y con el Todo que es simplemente Vida…”
Las afirmaciones se sucedían, supe que obedecían a las respuestas que estaba buscando; me encontraba un poco confundido y frustrado tratando de compartir estas asombrosas experiencias y creía erróneamente que tenía que hacerme responsable por el despertar espiritual de los demás; sin embargo, en este preciso instante comprendí con claridad que cada ser humano tiene su propio camino, su momento preciso y su activación de conciencia particular y lo único que uno puede hacer es vivir desde el ser y ayudar sin forzar ni imponer menos intervenir porque el libre albedrío es propio, exclusivo y excluyente y cada quien debe dar el paso de fe para optar en su momento; por la rutina circunstancial del mundo o la trascendencia infinita del universo; elegir vivir desde el ego o hacerlo desde el ser.
Aquella mañana me llene una vez más de sabiduría y paz; mi rostro dibujó una sonrisa genuina, todo era hermoso, la belleza de la naturaleza lucia en su magnífico esplendor; aspire una vez más con ritmo y profundidad, el aroma inicial se intensificó; todo el ambiente se impregnó de ese olor inconfundible de jazmín puro o nardo puro quizás; perfume preciado que aquella mujer, hermana de Lázaro, vertió con generosidad sobre los pies de Jesús de Nazaret, el Maestro, cuyas huellas seguimos porque él es desde siempre; el Camino, la Verdad y la Vida. Abrí los ojos con plenitud mientras mi reloj seguía marcando las 11:11 am en punto.
California Julio 9, 2023.
*Continuidad de libro: “Mis Mejores Autos: Un manual de vida”
“Autoafirmaciones y Auto reflexiones” en elaboración.