LA INDUSTRIA PESQUERA AMENAZADA POR EL ECOLOGISMO RADICAL

El Ministerio de la Producción acaba de asignar una cuota de pesca para el 2024 de 70,568 toneladas métricas de pesca de jurel para la flota industrial y de 60,654 toneladas métricas para el sector artesanal. ¿Cómo entender semejante decisión? ¿Acaso el Perú ha renunciado a tener una industria pesquera? ¿No se sabe acaso el enorme impacto que tiene en el precio de jurel en los mercados cuando se prohíbe la pesca de las grandes embarcaciones? El precio del jurel por kilo se incrementa en cerca de 500%.

Ministerio de Producción prohíbe abruptamente la pesca de jurel

 

La biomasa de jurel se desplaza dentro de los 50,000 kilómetros cuadrados de mar que el Perú había recuperado en el sur, gracias al fallo de la Corte de la Haya sobre el diferendo marítimo entre Perú y Chile. Con la decisión del sector de Producción se beneficia directamente a la flota pesquera chilena y al consumo de los chilenos. Una de las consecuencias inmediatas de la decisión del señalado ministerio será el incremento del jurel en cerca de nueve soles, no obstante que cuando hay pesca a gran escala el precio llega a los dos soles. Un golpe durísimo a la economía familiar de los peruanos. Vale recordar que el jurel es una gran fuente de proteínas y omega 3.

¿Qué razón puede existir para tomar este tipo decisiones alrededor de la pesca de jurel, que representa el tercer recurso marino en importancia para la actividad, según el propio sector Produce? No parece haber ninguna, más allá de los relatos que señalan que la pesca industrial depreda los recursos marinos. Una narrativa que, poco a poco, ha llevado a sobrerregular la actividad pesquera hasta reducir al mínimo la productividad del sector.

¿A qué nos referimos? Las embarcaciones industriales, según la legislación actual, por ejemplo, no pueden pescar dentro de las cinco millas marinas desde la costa para, supuestamente, preservar el recurso marino y favorecer el consumo humano. Sin embargo, antes del gobierno de Ollanta Humala se podía pescar desde la milla tres, y la biomasa marina de anchoveta se mantuvo en promedio entre ocho y diez millones de toneladas métricas, según el Instituto del Mar del Perú (Imarpe). Hoy que solo se puede pescar desde la milla cinco, la biomasa se mantiene en los mismos términos.

Los efectos negativos para el sector pues son evidentes. Por ejemplo, hoy en la zona sur apenas se llega a pescar 20,000 TM, no obstante que antes se extraía cerca de 800,000 TM. Sin embargo, Chile mantiene sus mismos niveles de pesca sobre la misma biomasa que comparte con nuestro país. El discurso del ecologismo radical en contra de la industria pesquera, pues, tiene un gran efecto destructivo del sector.

Pero eso no es todo. La leyenda de la preservación de los recursos y el fomento del consumo humano del recurso en contra de “la depredación de la industria pesquera” se cae cuando se analiza los resultados de la restricción a la pesca de embarcaciones grandes dentro de las cinco millas. Los desembarques de corvina, chita, lenguado, ojo de uva, toyo, entre otros, están disminuyendo dramáticamente por la depredación del recurso y la falta de control de las embarcaciones artesanales. Ninguna de estas especies tiene que ver con la pesca industrial. La depredación de los recursos, pues, se produce dentro de las cinco millas por la falta de un sistema de monitoreo y vigilancia como el Imarpe.

Sin embargo, más allá de cualquier resultado, se resta productividad a la industria pesquera nacional, la única que preserva el recurso y la biomasa, a pesar de las narrativas de las oenegés de izquierda. Vale recordar que la industria pesquera participa con cerca del 1.4% del PBI y, de una u otra manera, la actual recesión tiene que ver con el fenómeno de El Niño en el 2023, que imposibilitó la apertura de la primera temporada de pesca. Por otro lado, el sector crea alrededor de 250,000 puestos de trabajo, según el Instituto Peruano de Economía. Asimismo, por cada empleo creado en la pesca se crean otros tres en la economía; es decir, la industria pesquera tiene que ver con alrededor de 700, 000 empleos.

Por todas estas consideraciones nadie entiende la prohibición de seguir pescando jurel en el país.

TOMADO DE: El Montonero