LOS HIJOS DEL HAMBRE ¡NUNCA MÁS…!

Escribe:  Carlos Guibovich Pérez

 

los programas del Vaso de Leche, Comedores Populares y Qali Warma han fracasado. Levantemos la voz y no sigamos permitiendo que en nuestro Perú sigan existiendo los hijos del hambre.

 

La balanza comercial del Perú en los últimos doce meses acumuló hasta mayo del presente año, un superávit de 11 mil 640 millones de dólares, indicó que Banco Central de Reserva del Perú (BCR). Esto debido a mayores volúmenes de embarques de cobre, oro, zinc, productos agropecuarios y pesca no tradicional. Por otro lado, en 2022 el Perú alcanzó un récord en exportaciones agrarias de US$ 10, 421 millones, según el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego.

La inseguridad alimentaria y nutricional es un término que describe cuando alguien no tiene acceso o no puede comprar suficientementes alimentos o suficientes alimentos nutritivos para su salud y bienestar general. Actualmente, unos 16.6 millones de peruanos, más de la mitad de la población no tiene acceso regular a alimentos suficientes, seguros y nutritivos en Perú, pese a que el Banco Mundial clasifica a nuestro país como una economía de ingresos medios altos que puede producir todos los alimentos que necesita.

Un estudio de 2021 de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) mostró que el 51% de la población peruana vive en situación de inseguridad alimentaria y que el 20% de ese grupo sufre inseguridad alimentaria aguda.

Así es. Somos un país que rompe récord en superávit de su balanza comercial y en su volumen de exportaciones agrarias, pero sin embargo también rompe un deleznable récord de inseguridad alimentaria y nutricional. Un récord que imposibilita principalmente a nuestros niños y adolescentes a desarrollarse física e intelectualmente; y ser ciudadanos alta e integralmente productivos.

Estamos a pocos días de celebrar nuestra Independencia, pero esto nunca será cierto si no gozamos de soberanía o emancipación alimentaria. La soberanía alimentaria es el derecho de los pueblos a alimentos nutritivos y culturalmente adecuados, accesibles, producidos de forma sostenible y ecológica, y su derecho a decidir su propio sistema alimentario y productivo.

Podemos afirmar que los programas del Vaso de Leche, Comedores Populares y Qali Warma han fracasado. Levantemos la voz y no sigamos permitiendo que en nuestro Perú sigan existiendo los hijos del hambre.