MALDAD

Escribe:  Luis Gonzales Posada

grandes responsables de estos atropellos, de la criminalización de la política, de la maldad togada, son los miembros de la Autoridad de Control del Poder Judicial y del Ministerio Publico, así como los integrantes de la Junta Nacional de Justicia

En medio del estruendoso escándalo sobre los lujosos relojes Rolex de la mandataria Dina Boluarte, ha pasado a segundo plano la perversa e ilegal decisión de un juez con nombre de cantante nuevaolero – Leo Dan – que ordenó abrir los celulares del ex presidente Alan García, a pedido del fiscal José Domingo Pérez y a cinco años de su muerte.

Sin duda, se trató de una decisión tracalera, perversa e ilegal porque de acuerdo al artículo 78 del Código Penal esa acción es inaplicable a un ciudadano fallecido, como también señala una resolución casatoria de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia presidida por el vocal César San Martin.

El ex presidente del Tribunal Constitucional, Ernesto Álvarez, por su lado, ha dicho que «todo tiene límite, y en el derecho penal ese límite es la muerte. Es obvio – agrega- que el teléfono de Alan García es un tesoro para quien acostumbra filtrar y manipular información morbosa».

En ese contexto recordemos que a esos mismos «magistrados» no se les ha ocurrido disponer el deslacrado de los móviles de Humala, Toledo y Vizcarra, involucrados en procesos por corrupción. Sin duda, habrá momento para abrir el secreto de las comunicaciones de Vela Barba, Pérez y Gorritti, a tenor de las declaraciones del asesor legal de la fiscal de la Nación, Jaime Villanueva, que los involucra en la trama para impedir la salida del país del ex mandatario.

Finalizo esta nota diciendo que grandes responsables de estos atropellos, de la criminalización de la política, de la maldad togada, son los miembros de la Autoridad de Control del Poder Judicial y del Ministerio Publico, así como los integrantes de la Junta Nacional de Justicia que mantuvieron sepulcral silencio ante ese y otros atropellos de larga data.

Especialmente recordamos la conducta de la integrante de la JNJ, María Zavala Valladares, que apoyó la ilegalidad de mantener en funciones a una de sus colegas, pese a que tenía mas de 75 años y que, igualmente, calló ante los atropellos al presidente Alan García, de quien fue ministra de Justicia de julio del 2006 a diciembre del 2007.