«MINISTRO CHÁVEZ CRESTA ¡RESPETE LA INSTITUCIONALIDAD EN EL EJÉRCITO!»
Escribe: Oswaldo Rogelio Zapata Corrales (*)
Ministro Chávez Cresta, las prácticas montesinistas y humaistas han sido proscritas en nuestras Fuerzas Armadas; respete la institucionalidad en el Ejército de todos los peruanos
¿Se atreverá el ministro de Defensa Jorge Chávez Cresta, cesar en su cargo a la viceministra de Recursos para la Defensa, Ninoska Mosqueira Cornejo, designada por su predecesor Alberto Otárola? Actual superior jerárquico – así lo entiende Chávez -; ¿así como al jefe de INDECI – para quien trabajó como asesor por algunos días-, nombrado por el ex Presidente Pedro Castillo? Con certeza se someterá a los dictados de su jefe el PCM, manteniéndola en su puesto. Distinta suerte, tal vez, corra el jefe de INDECI; no obstante, Chávez, sería capaz de romper el orden institucional en el Ejército, para conveniencia propia y de los intereses que estarían en juego para el 2024.
Chávez Cresta, es el ministro multicolor, sirvió leal y obedientemente a Martín Vizcarra, en INDECI y como Ministro de Defensa, durante la desastrosa gestión en tiempos de Covid-19, donde murieron muchos de nuestros hermanos peruanos; intentó protagonizar una 2ª temporada en el Ministerio de Defensa con el ex presidente Castillo,
Las barajas están sobre la mesa, él sabe que no resistirá los 18 meses de transición, su aparente estoicismo y capacidad de gestión le darán para tanto. Situación, por cierto, muy conveniente para sus expectativas y aspiraciones políticas personales en la próxima contienda electoral de abril de 2024, donde con seguridad matemática y algorítmica, lo veremos integrando alguna lista congresal caviar, rojo carmesí o escarlata y hasta naranja, donde se acomode mejor.
El ministro Chávez, necesita proyectar cuadros leales incondicionales – concepto estratégico que el ex Presidente Castillo, ni siquiera intentó implementar o talvez tampoco imaginó – entre los Oficiales Generales, Generales de División del arma de Ingeniería, para brindar su apoyo al próximo Presidente de la República, que será elegido en mayo de 2024 – estimando haya una 2ª vuelta –
Es muy curioso e intrigante que durante 10 años consecutivos – 2010 al 2019 – no existiera en el escalafón de generales de división, oficiales del arma de ingeniería; pero, al llegar Chávez Cresta al Ministerio de Defensa y Walter Martos a la PCM, durante el gobierno de Vizcarra, logran reivindicar al arma de ingeniería, logrando imponer el ascenso a general de división del General de Brigada César Briceño Valdivia – actualmente el 3º hombre en orden de antigüedad en el Ejército – Oficial al que le correspondería ocupar sin chistar, la Inspectoría General del Ejército/IGE.
Sin embargo, al más puro estilo montesinista y humalista, se pretendería nombrarlo como Jefe del Estado Mayor General del Ejército – puesto destinado preferentemente para el 2º en antigüedad -; para justificar y sustentar la desleal maniobra letal contra la institucionalidad, se estaría enviando al oficial institucionalista, General de División Carlos Ríos Aguilar – actualmente el 2º en antigüedad en el Ejército – a la Junta Interamericana de Defensa/JID.
Chávez Cresta, es el ministro multicolor, sirvió leal y obedientemente a Martín Vizcarra, en INDECI y como Ministro de Defensa, durante la desastrosa gestión en tiempos de Covid-19, donde murieron muchos de nuestros hermanos peruanos;
Ministro Chávez, el último general de división que estuvo asignado a la JID – congeladora de oficiales incómodos -, por orden del impresentable y corrupto Ollanta Humala, fue el general Celiz Kuong, en 2016. Desde el 2017, no ha sido asignado a la JID, ningún Vicealmirante, Teniente General o General de División. ¿Cuál sería la razón institucional o política para deshacerse del General Ríos Aguilar? De hecho, existe una razón y lo que se pretende hacer no es una casualidad, responde a un plan para el 2024.
El Ministro Chávez, debe varias explicaciones al país ¿por qué no dijo nada cuando ascendió el Jefe de la casa militar de Vizcarra, en reemplazo del General Leguía? ¿Por qué se incrementaron los efectivos de 12 a 15 generales de división durante el gobierno de Vizcarra? ¿Por qué no dijo nada cuando fue su Ministro de Defensa? ¿Cree que un Ejército, con pocos recursos e insuficiente equipamiento se pueda seguir dando el lujo de tener 15 generales de división? Acuérdese que Ollanta Humala, incrementó el efectivo de 08 a 12 generales de división por razones políticas. Usted sabe muy bien que solo necesitamos tan solo 08 generales de división, 05 Vicealmirantes y 04 Tenientes Generales. Si en realidad quiere trascender, acabe con las mafias del servicio de intendencia, estas son reacias al camino derecho.
Chávez Cresta, es el ministro multicolor, sirvió leal y obedientemente a Martín Vizcarra, en INDECI y como Ministro de Defensa, durante la desastrosa gestión en tiempos de Covid-19, donde murieron muchos de nuestros hermanos peruanos; intentó protagonizar una 2ª temporada en el Ministerio de Defensa con el ex presidente Castillo, objetivo que no logró, Walter Ayala, lo adelantó. A manera de compensación consuelo, fue designado como Viceministro de Minas. Ahora, funge nuevamente de Ministro de Defensa – tiene una fijación casi enfermiza por ser Ministro de Defensa vitalicio -, versión 2ª fase/gobierno de transición – la Presidente Boluarte, nos hace recordar al General Morales Bermúdez en relación a la deposición del General Velasco, como él, la presidente, ha diseñado su propia agenda y prioridades en esta nueva etapa de descastillización, tensión y radicalización social –
Chávez, ingresa en el 2º tiempo del partido que viene librando la Presidente Dina Boluarte, el gobierno cree que ha triunfado, debelando las protestas y vandalismo en muchas de nuestras regiones. Chávez, no la tiene fácil. Si bien, existe un aparente control y restablecimiento del orden interno. En realidad, parece una tregua por las fiestas navideñas y fin de año. También es verdad que la logística operacional de ambos lados se consume día a día y la voluntad de lucha es quebrantable. Sencillamente no se trata de restablecer el orden interno cada vez que la PNP, pierda su control.
Se trata de algo mucho más profundo, de mayor arrastre y arraigo social. Debemos comprender que estamos asistiendo a una implosión social, de alto calibre, nunca antes experimentada por los peruanos. No son los acabados sociales los que nos tienen enfrentados a los hermanos peruanos. Son los cimientos y la estructura social. La dinámica histórica es la misma de 1821/1824, por ahí andan los Tupa Amaru del bicentenario motivados por la coca o marihuana, por ahí caminan los que se sienten herederos directos de los hanan o hurin, reclamando por los 500/200 años de explotación, dependiendo si se trata de españoles, criollos o mix. Los criollos de ayer son representados magistralmente por los caviares de hoy. ¡Carajo! Merecemos un Perú de verdad, no más falsificaciones históricas y alucinados salvadores del Perú. ¿Qué comprobaríamos si la izquierda gana nuevamente las elecciones presidenciales en 2024? Que la derecha bruta y achorada, no es más que una derecha bruta y retrasada.
(*) Doctor en Gobierno y Política Pública / Doctor en Desarrollo y Seguridad Estratégica